El polo productivo Saladillo, en Río Cauto, se abre como una nueva opción para crecer en la producción de alimentos y avanzar en el desarrollo económico y social en la provincia de Granma.

Allí se materializó la primera etapa de una inversión que sobrepasará, al concluir, los 25 millones de pesos, para beneficiar con riego de agua por gravedad a dos mil 800 hectáreas, dedicadas a plantaciones cañeras y de cultivos varios.

La instalación, ubicada a 7,5 kilómetros del central Grito de Yara, próxima a la comunidad de igual nombre, tiene como propósito acercar la materia prima a esta unidad empresarial para que realice zafras de no menos de 150 días e incremente su rendimiento industrial.

Una estación de bombeo alimentada por un canal colector con una tubería plástica envía el preciado líquido para el embalse número Uno, del que ya se benefician los primeros bloques cañeros.

La obra trasvasa el agua desde el canal derecho magistral de la presa Cauto el Paso, hasta las áreas desbrozadas de marabú con potentes medios técnicos y el montaje ingeniero, que corresponde a integrantes de brigadas de la Unidad empresarial de base de asistencia técnica de la Industria Azucarera (Azutecnia).

Luis Pérez Zamora, su director, informó que la inversión, además, cuenta con una tubería principal de 4,5 kilómetros, 38 obras de fábricas y cuatro embalses para 60 mil metros cúbicos de agua, de forma estática.

Yoneisis Almarales Alcolea, jefa del área agrícola en la Unidad empresarial de atención a productores, dijo que trabajan en 230 hectáreas, de estas 120 plantadas de caña y 50 de otros cultivos, como plátano, yuca, boniato y coco, las últimas para el autoconsumo, mientras el resto de la tierra está en fase de preparación.

La ingeniera explicó que así rescatan estos suelos, muy buenos, plásticos oscuros con fertilidad que no necesitan de nutrientes y llevaban más de 14 años sin explotar, aspiran a lograr rendimientos de 80 toneladas por hectárea, como mínimo.

Almarales Alcolea señaló que con esta tarea se cumple uno de los lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y de la Revolución de los VI y VII congresos de la organización política, y añadió: “Algo importantísimo, le da empleo a vecinos de seis o siete barrios de la zona, quienes tradicionalmente vivieron vinculados a la actividad agrocañera y que se perdió con el período especial”.

Así, en tiempos difíciles el quehacer no se detiene y los hombres y mujeres de estos parajes del llano del Cauto multiplican los esfuerzos en el noble empeño de producir más alimentos sin descuidar la protección ante la Covid-19.