Con el objetivo de preservar para las futuras generaciones de cubanos, la memoria de hechos relacionados con el otrora ingenio Demajagua, y con su propietario, Carlos Manuel de Céspedes, quien allí dio inicio a las luchas por la libertad e independencia de Cuba, quedó recientemente restaurada la sala museo ubicada en ese sitio histórico.
Cesar Martín García, director del Parque Nacional La Demajagua, informó que la reparación alcanzó en lo fundamental el techo de la institución, en el cual se sustituyó la madera (proclive al deterioro por el tiempo y los insectos) por cubierta de concreto, y se colocó sobre esta las mismas tejas, para mantener la fisonomía colonial de la construcción.
De esa manera han quedado definitivamente a buen reguardo 13 objetos museables, 22 elementos de apoyo (imágenes), cinco didácticos (textos, planos, mapas), y uno simbólico, este último, una maqueta concebida como aproximación a lo que era el ingenio hasta el día glorioso del 10 de octubre de 1868, la casa de Céspedes, dos casas campesinas, el barracón, las áreas cultivadas de caña.
La importante muestra atesorada en la sala, nos acerca a aspectos de la vida política, económica, social y cultural del Padre de la Patria, a varios de los patriotas que lo acompañaron en su causa, y a Candelaria Acosta Fontaine (Cambula), quien confeccionó la bandera de Céspedes.
Precisamente, entre los objetos museables está una réplica de esa insignia, utilizada por el Regimiento Guá, perteneciente a la División de Manzanillo, entre 1868 y 1869.
Se incluyen, además, piezas arqueológicas halladas durante la reconstrucción del lugar en 1968, en ocasión del centenario del inicio de nuestra contienda independentista; una teja criolla perteneciente al bufete de Céspedes en Manzanillo, y un fragmento de la reja de entrada al ingenio donde el prócer dio inicio al proceso de abolición de la esclavitud, y a la Guerra de los 10 años o Guerra Grande, como se conoce este primer momento fundacional de la cubanía.