‘Seguiremos conduciéndonos con voz propia, defensores del diálogo y la cooperación, en favor de todos los derechos para todas las personas’, significó el titular de la diplomacia en la isla.
Actualmente, Cuba presenta su candidatura al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para el periodo 2021-2023.
El diario local Juventud Rebelde destaca los resultados de la mayor de las Antillas en cuanto a los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos.
En este sentido, señala a la salud pública como un derecho de todas las personas en Cuba y una responsabilidad del Estado, la aprobación de la Constitución en 2019 luego de un amplio proceso de consulta popular, las garantías para la igualdad y la lucha contra la discriminación.
Con 160 votos, en octubre de 2016 Cuba fue electa como Estado miembro del Consejo de los Derechos Humanos para el periodo 2017-2019.
Según el sitio del Ministerio de Relacionse Exteriores, con ello los países miembros de la Asamblea General de Naciones Unidas ratificaron la extraordinaria labor del país antillano en la protección y promoción de los derechos humanos para todos los cubanos y en beneficio de otros pueblos del mundo.
El portal recuerda también que Cuba es miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos, el cual integró en dos períodos consecutivos hasta diciembre de 2012.
En 2013 fue reelecta para formar parte de la membrecía de ese órgano por un nuevo período de tres años (2014 a 2016), en medio de las presiones ejercidas por Estados Unidos para impedirlo.
El Consejo fue creado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 15 de marzo de 2006, con el objetivo de considerar las situaciones de violaciones de los derechos humanos y hacer recomendaciones al respecto.
El organismo sustituyó a la Comisión de Derechos Humanos, la cual fue muy criticada por la politización de sus resoluciones.
Recientemente Cuba instó a asumir la solidaridad, el diálogo y la cooperación para salvar el sistema de derechos humanos de los enfoques selectivos y politizados.
La diplomática cubana Lisandra Astiasarán, en un debate del Consejo, ratificó la necesidad de evitar que el sistema de derechos humanos caiga en una crisis de legitimidad y credibilidad.