La visión es un preciado tesoro, por ello, es sumamente importante diagnosticar de manera precoz y tratar diversas patologías, entre ellas la Retinopatía diabética (RD), una de las complicaciones más frecuentes en pacientes que padecen la Diabetes mellitus, y la primera causa de ceguera en personas de entre 20 y 74 años de edad.
Esta afección genera una discapacidad visual que puede ser moderada, grave o total, es decir, pérdida de la visión. Resulta esencial el control metabólico estable y realizar exámenes periódicamente.
Sobre el tema interiorizan las especialistas en Oftalmología del Instituto Nacional de Endocrinología Juana Elvira Masique Rodríguez y María Emué Pérez Muñoz, quienes definen como múltiples los principales factores de riego para la determinación de la patología.
“El tiempo de evolución –aseguran- se considera el factor más importante relacionado con la gravedad y la prevalencia de la RD, pues aunque no suele aparecer en los primeros cinco años de padecer la Diebetes, está presente en más de la mitad de quienes la sufren por más de 20 años. A partir de 15 años de convivencia con la enfermedad es mayor el riesgo en adultos insulinodependientes, y mucho menor en los diabéticos juveniles.
“El mal control sostenido de la glucemia –precisan- es otro factor desencadenante, porque las cifras elevadas de glucosa en sangre se consideran el segundo factor de riesgo de mayor importancia. También se reconocen otros factores oculares que favorecen el desarrollo de esta complicación, como la atrofia óptica, la retinosis pigmentaria, la oclusión de la arterial central de la retina, y las inflamaciones, y la cirugía intraocular, específicamente la de cataratas.
“Además se ha comprobado la influencia de otras patología subyacentes como la sicklemia, las oclusiones venosas retinianas, los antecedentes de hipertensión arterial y el tabaquismo”, agregaron las oftalmólogas.
Patentizan la doctoras que la ceguera por RD es prevenible en el 80 por ciento de los casos, antecedido por una detección y tratamiento temprano.
“Como no afecta la visión hasta etapas tardías de la enfermedad –enfatizan- es pertinente y necesaria la educación de cada paciente para evitar alteraciones invariables que conlleven a la ceguera.
“La prevención de esta patología –explican- no incluye solamente las medidas encaminadas a reducir la aparición de la enfermedad, sino también la reducción de factores de riesgo, detener su avance y aminorar las consecuencias una vez establecida.
“Los tratamientos se hacen para evitar la pérdida de visión –aseguran- , pero no recuperan la ya perdida. Resulta esencial que los diabéticos se realicen un fondo de ojo anual y practiquen responsablemente los controles.
“Los tratamientos con láser y las consultas de retina, como parte del servicio oftalmológico del país –concluyen- contribuyen a reducir la incidencia de RD entre los diabéticos”.