MANZANILLO.- David Fuentes Escalona es un hombre incansable y laborioso, quizá como simbiosis perfecta con el trabajo que hoy lo ubica a la vanguardia en Cuba.

En 2011 decidió convertir un basurero muy cerca de su casa, en la comunidad de El Dagamal de este costero municipio granmense, en un apiario para lograr abejas reinas, y actualmente en esas faenas “no es segundo de nadie”.

Junto a Arnaldo Carmona, Aldo Torres, Rafael Barrios, Jorge García, Raúl Rodríguez y Daylenis Magaña lidera el Centro de Reserva Genética Apícola La reina manzanillera.

“Trabajé mucho para lograr esto, pero estoy feliz por el resultado”, nos comenta este asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios Aníbal Arceo, mientras se interna entre sus apiarios, que protegen frondosas matas de coco brindando sombra y frescura.

“Para este año tengo el propósito de lograr unas siete mil reinas” nos comenta y revela que “el trabajo requiere mucha precisión, nada puede fallar, todo está cronometrado.”

¿Cuál es el secreto de lograr reinas de calidad?
“Depende de una “materna” de buen material genético: se seleccionan varias colmenas huérfanas y entonces ellas nada más “piensan” en criar reinas. Se efectúan los injertos con las larvas acabadas de nacer. Luego de las 18 horas las abejas comienzan a suministrarle jalea real. A los trece días se retiran y se comercializan con los apicultores. Ahí comenzamos el ciclo otra vez.”

¿Cómo se convirtió en el mejor productor de abejas reinas de Cuba?
“Con mucho esfuerzo y dedicación, además de aprendizaje, ingenio constante, la observación, comparaciones, y ensayos.”

“La experiencia me permitió crear una técnica que hoy triplica la producción: llegué de uno a tres criaderos y aumenté los núcleos de fecundación, diferentes a los que tradicionalmente se utilizan en el país.”

“Ello tiene el reconocimiento del Ministro de la Agricultura y se generaliza en el resto de las provincias.”

“Las reinas van con destino a colmenares manzanilleros, y del territorio de Bartolomé Masó. Este calendario pretendemos llegar hasta Matanzas y Pinar del Río.”

¿Cómo es un día normal de labor para David y sus compañeros?
“Transcurre desde bien temprano en revisiones, chequeos, observar si algún núcleo necesita ayuda, más ahora que con la sequía debemos alimentar a la especie con jarabe de azúcar. Elaboramos un plan de trabajo que describe el quehacer exacto por jornada.”

¿El clima afecta a las abejas?
“Sí. Cuando se extienden la sequía y los vientos fuertes, las abejas se mueren por miles y es muy complicado producirlas en semejantes condiciones, pero en la alimentación está el triunfo.”

¿Relevo?
“Está garantizado. Dos pequeños hijos que les gustan las abejas y se pasean entre ellas.”

¿Y usted no las respeta?
“Ambos. Yo las cuido y ellas me retribuyen en productividad. Muchas veces me han picado, pero eso forma parte del trabajo.”