Música, canciones y remembranzas se levantaron en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos en Granma, este siete de septiembre, como homenaje al reverendo norteamericano Lucius Walker, entrañable amigo de Cuba, fallecido hace cinco años.

Representantes de iglesias protestantes y de otros centros beneficiados en la provincia, por la ayuda organizada por el destacado religioso, impulsor del proyecto Pastores por la Paz, en 1988, recordaron algunas de sus contribuciones y le agradecieron por la obra y el ejemplo.

Teófila Acea Antúnez, de la biblioteca provincial 1868, expresó: “Lucius fue un Quijote que venció obstáculos y luchó por la justicia. Está en el corazón de muchos cubanos. El bibliobus, traído en 2008, que incluye cinco mil libros en idioma español y ambientación exterior con idea original del Héroe de la República de Cuba Gerardo Hernández, es uno de los tesoros de nuestra institución”.

Para el doctor Álvaro Pérez Poveda, esta fue una tarde llena de emociones y de retribución de amor a un hombre de Dios, consecuente con su fe cristiana.

Lucius Walker, pastor, activista social y defensor de los Derechos humanos, nació en 1930, en Estados Unidos.

Se graduó de Universidad Shaw en Carolina del Norte en 1954 y obtuvo una Maestría en Trabajo Social en la Universidad de Wisconsin.
Criticó la política imperialista de su país y las consecuencias en los pueblos del Tercer Mundo.

Desde 1992 hasta su muerte, en 2010, impulsó 21 caravanas de la amistad hacia Cuba, para traer medicinas y otros recursos.