Robar el corazón

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Por Radio Jiguaní | 30 abril, 2020 |
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FOTO/Tomada de Radio Jiguaní Facebook

Hace días venía observándolo, llegaba a la cuadra y se acercaba a una por una de las viviendas, en algunas llamaba desde la entrada, cuando no recibía respuesta, se las ingeniaba para abrir las rejas y acercarse un poco más, pero no mucho, como si vigilara a su presa guardando una prudente distancia, entonces, repetía el llamado, mis vecinos le respondían y luego él les hablaba, yo nunca alcanzaba a escuchar lo que les decía, era parte de su estrategia. Por lo que yo podía ver los vecinos le respondían preguntas, sin darse cuenta iban cayendo cada día en su trampa, hoy puedo decir que lo tenía todo bien calculado.
Es un muchacho alto, delgado, trigueño, siempre vestido con su uniforme de estudiante de medicina impecablemente limpio y planchado, y con un nasobuco detrás del que esconde parte de su rostro. Siempre pasaba por mi cuadra con otros estudiantes que andan en la pesquisa como él, pero sin proponérselo tal vez, él, se hacía notar…

Ya mi mamá de 72 años, había reparado en el jovencito, y me había hecho algunos comentarios al respecto, decía que le recordaba a mis sobrinos estudiantes de medicina como él, uno de ellos tan alto y delgado como el ladronzuelo de esta historia. Incluso se atrevió a decirle a mi hija quinceañera……¨cuando vayas a tener un novio que sea como ese niño¨, ¡Vaya que las estrategias le habían funcionado al jovencito! Hasta dónde llegó mi mamá….!!!!!

Pero hoy fue el gran día, llegó el joven a la verja de mi casa: ¡Buenos Días!, saludó…. ¡Buenos días!, le respondí, y no sé si fueron ideas mías, pero debajo de su nasobuco adiviné una sonrisa, delatada por sus ojos que se achinaban.

– Cómo amanecieron hoy por ahí?, me preguntó y enseguida agregó: – Nadie con fiebre, diarreas, catarro, malestar general?….. no, no….le dije, estamos todos bien. Y ahí mismo me quedé admirada del tono suave de su voz… (por eso era que no lo escuchaba cuando intentaba acercarse a mis vecinos para robarles.) Otra vez me sacó de mis reflexiones y advirtió. – Si tienen algunos de estos síntomas, no se queden en la casa, vayan de inmediato al consultorio o al policlínico, el Coronavirus mata, por favor, no pierdan tiempo, no dejen de ir al médico enseguida.

Yo casi que me quedo sin palabras al percibir la ternura de las suyas… iba a decirle algo, pero él nuevamente fue el que habló. -Gracias por todo, cuídense y tengan buen día. Acto seguido salió para la casa de al lado, repitió algo parecido y se adentró en un pasillo para que no se le quedara sin pesquisar la casa que estaba detrás.

Suficiente, era suficiente para comprender que este jovencito aprovecha la pesquisa para robar….., roba el corazón de los que cada mañana nos convertimos en sus primeros pacientes.

Hechizada por el “ladronzuelo” salí tras él y lo encontré con sus compañeros de estudio, lo abordé de pronto y le dije: Quiero hacerte una foto para un trabajo periodístico. Quedó perplejo….- A mí?. Preguntó extrañado y hasta me sugirió que escogiera a otro, pero mi idea era clara, su compañera Alejandra me ayudó con los datos necesarios, hijo de Marlem (económica del hospital de Jiguaní) y de Alfredo (cuentapropista), vine en el Reparto 13 de marzo, está en segundo año de la carrera de medicina, su nombre: Brayam Rondón Gómez, desde hoy, el estudiante de medicina de Jiguaní que aprovecha la pesquisa para ……… robar corazones.

(Sadie Areán, Directora de Radio Jiguaní)

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