La radio sacraliza la voz de quienes están frente a los micrófonos, como también lo hace con musicalizadores, directores, asesores  y grabadores:

“Entré a CMDF, Radio Manzanillo, a finales de 1971 por medio de mi primo Luis Licea de la Cruz, que atendía un programa de música y salud, disponían de escasos recursos técnicos y situé, en calidad de préstamo, mi radio tocadiscos grabadora ”.

RETROSPECTIVA 

“Con el tiempo me incorporé al colectivo de La onda de la juventud integrado por el locutor Félix Carbonell y los operadores Julio Jurado Aguilar, Miguel Pantoja e Isidro Pérez Peláez, hasta que fui llamado al Servicio Militar.

“En 1977 retorné para trabajar en varios espacios, incluido el grupo dramático, dos años después alcanzamos  Premio nacional con un elenco de lujo: Wlfredo Naranjo Gauthier, Manlio Enrique Causa, Misael Ramos Rodríguez… etapa en la que también fui instructor del Círculo de interés pioneril para la radio.

“Al quedar en plaza fija me asignaron la atención a programas para festivales, incluido el Caracol de la UNEAC, acciones en las que recibí el apoyo de la experimentada Georgina Mendoza Cedeño.

“Ernesto Martínez Robles, locutor, también se solidarizó y realizamos varios trabajos relacionados con el Soncubano, el órgano…¡Imagínate!, me convertí en una especie de caballo de batalla”.

EL MÁS LAUREADO

“En 1986 alcanzamos 13 galardones al máximo nivel, varias menciones y el Gran premio de la Radio cubana con el informativo Radar 1590, de manera que con tantos reconocimientos, Manzanillo logró la sede del Festival nacional .

“Sistemáticamente aporté lauros para la RG del Guacanayabo, hasta  1990, año en que el grupo musical Estudio 2 me solicitó y me fui interesado en otra forma de realizar sonido”.

“Dos años después volví a la radio y llegaron nuevos premios incluidos los periodísticos, muchos de ellos con el reportero Pedro Espronceda Figueredo, aunque el mayor reconocimiento es saber que en la actualidad los sonidistas de Radio Granma  fueron mis alumnos.

PASAJE ANECDÓTICO

“Cada 24 de febrero, trasmitíamos el acto por el aniversario de Radio Rebelde, desde la Comandancia en La plata. En cierta ocasión esa planta nacional quiso hacerlo desde El Turquino, pero no autorizaron el helicóptero.

“Le propuse al locutor Jorge Ibarra Zabaleta, el uruguayo, aplicar la imaginación creadora: hablamos con Wilfredo Naranjo Verdecia, “Pachi”, localizamos en su piano un efecto de helicóptero y lo grabé.

“El Primer Secretario del Partido en Bartolomé Masó, nos apoyó con un Jeep y llegamos hasta la Sierra Maestra, hicimos varias entrevistas a los residentes de la zona, en las que también aparecía la voz de Ibarra Zabaleta impartiendo órdenes al supuesto piloto y como el efecto lo tenía en un “sinfín”, lo atrasaba o adelantaba de manera que simulaba una acción real.

“Por ese tiempo Juan Hernández, vicepresidente del organismo, se acercaba por carretera escuchando nuestra emisora con muchas interrogantes en mente:

– ¿Cómo es posible que consiguieran un helicóptero y no me informaran nada?-pensaba.

“Al llegar preguntó por mí y al percatarse de la travesura radial, cuando nadie pensaba en las actuales bondades tecnológicas, se echó a reir mientras  repetía:

-Siempre imaginé que era una idea de Rolando de la Cruz”.

Este especialista en grabaciones y trasmisiones  de la radio cubana protagonizó también memorables salidas al aire y encuentros  beisboleros, desde intrincados parajes de la geografía granmense.

Nadie supo cómo, pero lo hizo, tema que dejo a debate para quienes conocieron a Rolando, el caballo de mil batallas.