A extremar el cumplimiento de las medidas para evitar la ocurrencia de incendios forestales y no forestales instó la Jefatura del Cuerpo de Guardabosque en la provincia de Granma.
Al cierre de febrero se reportaron 12 siniestros con daños en 15.52 hectáreas de plantaciones boscosas.
Además, fueron otros 41 los incendios que destruyeron 220.3 hectáreas sembradas de caña, frutales, pastos y malezas.
Hasta la fecha las mayores ocurrencias de siniestros se localizan en los municipios de Guisa y Bayamo, y en los no forestales en Bartolomé Masó, las vías de accesos de la capital provincial en las salidas hacia Las Tunas y Holguín.
Según la evaluación de la institución las afectaciones están por encima de la media del trienio (2014-2016) y ratifica a enero, por su comportamiento, como el primer mes del período crítico en Cuba, el que se extiende hasta mayo próximo.
Precisa que ante las condiciones meteorológicas y acciones negligentes de la población es imprescindible limitar al máximo, en todo el territorio, el uso del fuego en los bosques y las quemas forestales y agropecuarias, de acuerdo a las normas vigentes.
Digna Díaz Silveira, jefa del Cuerpo de Gestión de Protección en la entidad, insistió en la necesidad de aplicar las medidas de seguridad por parte de los productores de carbón vegetal y erradicar la circulación de vehículos automotores, en particular los tractores, sin mata chispas.