Se busca el binomio ideal

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Por Leonardo Leyva Paneque | 22 noviembre, 2018 |
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Yan Carlos Escobar / Fotos Luis Carlos Palacios Leyva

El habanero Yan Carlos Escobar apenas quiere recordar sus inicios en la equitación, “a decir verdad, no fueron buenos, incluso muchos pensaron que no llegaría a nada”, refiere el quinceañero, que comenzó a los ocho años de edad en estos trajines.

Sin embargo, el tiempo se encargó de cambiar aquel pronóstico, al punto de erigirse como una de las principales promesas de ese deporte en Cuba y que ratificó, este miércoles, al encabezar la clasificación juvenil en la apertura del Campeonato nacional, que concluye hoy en Bayamo.

“He logrado buenos resultados y vine con el propósito de ganar el torneo”, asegura Escobar, y revela sus pretensiones de convertirse en jinete olímpico, “aunque para conseguirlo debo esforzarme todos los días”, declaró minutos después de concluir su ejecución sobre el caballo Gabardié y obtener la mejor puntuación de la jornada.

Su coterránea Dainis Riera también impresionó durante el estreno de la lid, al situarse tercera en el ordenamiento inicial, “quiero seguir preparándome, hasta convertirme en una de las mejores jinetes de Cuba”, apuntó optimista.

La quinceañera Dainis Riera comenzó a los 12 años en el Centro ecuestre de La Habana

Como el resto de los concursantes, Dainis y Yan Carlos arribaron esta semana a la capital de Granma para intervenir en un certamen, que cada año se integra a la agenda de la Feria internacional agropecuaria y reúne a lo más selecto de sus practicantes, entre consagrados, juveniles e infantes.

Así lo ratificó Jorge de Cárdenas García, vicepresidente de la Federación ecuestre de Cuba, quien además señaló que la Feria es el espacio ideal para convocar a todos los clubes del país y elegir a los mejores exponentes en cada categoría.

Indicó Cárdenas García que el Centro ecuestre de La Habana, donde radica la preselección nacional, junto al de Artemisa y al de Rancho México, de Holguín, son los clubes principales. Asimismo, citó al de Camagüey, que tuvo su etapa de esplendor e intenta recuperarse, los de Las Tunas y Santiago de Cuba, que ahora dan sus primeros pasos, y el de Granma, con el mayor aporte al equipo cubano.

Entre los tres granmenses que entrenan en la capital cubana, sobresale Rodolfo Marrero, quien como primera figura participó en la justa centrocaribeña de Barranquilla y esta semana fue invitado a México, para competir en su campeonato nacional.

Jorge de Cárdenas García

De Cárdenas García se mostró esperanzado con la equitación antillana: “Avanza y el trabajo se consolida, a pesar de la situación del país. Contamos con el apoyo del Grupo empresarial Flora y Fauna, además, tenemos buenos caballos y crías”, entre los que mencionó a los de pura raza holandesa, reconocida en el mundo.

“Hace dos años la Federación se reorganiza y hemos participado en eventos internacionales, al igual que en la categoría juvenil e infantil, que emergen y comienzan a ganar fuerza”, añadió.

Pero Jorge insiste en las características de un deporte que nunca será masivo, porque es muy selectivo, “depende de muchos recursos y que son costosos, en las academias se necesita un caballo por tres alumnos”, enfatizó.

“La equitación no es montar caballo por montar, en el cual resulta determinante el binomio jinete-caballo”, expresó el directivo, antes de recordar que en Cuba es donde único no es privado, “todo el que quiera acercarse, puede hacerlo”.

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