Aun cuando el 2021 le asestó a la economía cubana una fuerte depresión, entre el impacto de la pandemia y sus efectos en el entramado económico mundial, el país ha realizado un ingente esfuerzo por sostener financieramente este año los más importantes programas productivos y actividades sociales.
Tan así es que, al menos en Granma, el presupuesto para gastos asignado para la etapa (ocho mil 152 millones de pesos) es casi similar al del año precedente, o mejor dicho, un poco superior, exactamente en seis millones de pesos más.
Mas, ese monto no es suficiente para alcanzar todas nuestras aspiraciones de desarrollo, por lo que su ejecución precisa de un alto nivel de optimización de todos los recursos disponibles, de mucha creatividad para hacer avanzar cada proceso productivo y de servicio, y una elevada eficiencia.
En ese desempeño es vital cuanto se haga en el período, en pos de la captación de ingresos, cuyo plan del 2022 asciende aquí a mil 800 millones de pesos, cifra que representa solo el 25 por ciento de lo asignado para nuestros gastos.
Crecer en la captación vuelve a presentarse como uno de los más importantes retos, con conciencia de que persisten significativas reservas por explotar.
Una novedad para el año, la representará el hecho de que las localidades que sobrecumplan sus ingresos, podrán disponer de una parte de ese sobrecumplimiento para potenciar sus programas de desarrollo, e incluso el país ha informado que podrán recibir tal beneficio quienes excedieron sus planes de captación en el 2021. Entonces más tendrá, quien más se esfuerce.