Manzanillo. –

Pablo Isaac Riera Cuñado es un nombre que en Manzanillo resulta difícil de identificar, pero si se dice Pablito, el mago, ahí sí es cercano y muy familiar.

Intranquilo, travieso y pícaro son tres cualidades que caracterizaron la niñez de este artista y que mantiene hoy en su personalidad, uniendo a aquellas, el saludo y la sonrisa afectuosa para quien lo solicite en la calle, casi siempre en pullovers y short, “porque me siento más cómodo”.

La magia de Pablito ha animado por 35 años actividades de varias generaciones de cubanos, y aun lo hace, más allá de la remuneración, dice, por el placer que provoca el interés, la sonrisa y el más sincero de los aplausos, el de los infantes.

Profesor de Artes Plásticas en el antiguo Instituto Superior Pedagógico de Manzanillo, en la Casa de Cultura, Director de la Galería municipal, y hoy integrante del Centro Provincial de la Música “Sindo Garay”, los primeros contactos de mi entrevistado con el arte que realiza profesionalmente sucedieron durante una visita a Tarará junto al pionero en ese entonces y ahora pintor, Alexis Pantoja.

 -¿Cómo ocurrió?

-Tengo que decirte que en la adolescencia hacía mis ´efectos mágicos´ con los cuales llamaba la atención de mis amigos. Me fui a estudiar Ingeniería Química en la Unión Soviética, pero comprendí que allí no estaba mi futuro.

“Continúe con el interés por la magia”. Estando en un Festival Nacional de Pioneros, en la década de los años 80, coincidimos con un grupo de magos santiagueros y dialogué con ellos, me dijeron: ve a Santa Lucía 510, busca a Alberto Pujals”.

El considerado como padre de la magia en Cuba no dudó en compartir con el interesado joven manzanillero las primeras interioridades de un arte que tiene en la ilusión, la destreza y la agilidad, los ingredientes esenciales para un excelente desempeño.

 -¿Qué definición puede brindar de la magia?

-La magia es ilusión. Se trabaja con habilidad e inteligencia, perfeccionando cada vez más la técnica. Son pocos los principios que la sustentan, pero cada uno tiene su psicología y manera de presentar: el misterio, el humo, las telas.

“Los magos David Copperfield y Lance Burton son dos ejemplos de lo anterior. Haciendo el mismo principio, el primero “traspasó” la Muralla China; el otro aparecía y desaparecía de los escenarios”.

-¿Usted la disfruta?

-¿Mirarla?, no sé si le sucederá a mis colegas, pero nos fijamos en la técnica y la habilidad manipulativa del artista en el escenario. Cuando actuamos, la concentración es esencial y se disfruta creando la ilusión de lo mágico, premiado al final con exclamaciones y aplausos. Me encanta la Cartomagia y un efecto cómico llamado “Las tijeras locas” o “Corta, no corta”.

A esta altura del diálogo, Pablo ha hecho varias bromas provocando la sonrisa del periodista y además de la esposa Macyulenia Fuentes Reyes y el joven hijo de ambos, Pablito, estudiante de Medicina, quienes comparten la conversación. “Lo embullé a lo mío, pero nada”.

Riera Cuñado vuelve a los recuerdos y refiere anécdotas del evento territorial Liseta Mágica; las enseñanzas de los magos Gascó, Leyva y Ampudia; Belsis y Yusimí, sus asistentes por algún tiempo, los eventos Magia de Abril, en Río Cauto, y el Ánfora, de Las Tunas; además, la participación en cientos de festivales de magia en Cuba, en naciones de la antigua Unión Soviética, y los espectáculos en varias instituciones turísticas, instalaciones de interés social y comunitarios y programas de la televisión nacional.

Pablito ostenta la Medalla Raúl Gómez García por más de 25 años en el sector de la Cultura y desde 1998 es miembro de la Uneac.

Disfruta hacer amigos, prefiere los colores del arcoiris y guarda especial cariño por el proyecto infantil Casa Meñique, donde junto a dos payasos, año tras año, llenó de fantasía el corazón de muchos niños.

“Trabajar hoy es muy complejo porque el artista mágico tiene que gestionarse todos los recursos materiales, desde un juego de barajas hasta el pañuelo más sencillo, que son extremadamente caros en el mercado internacional”.

“El esfuerzo brinda resultados, y hoy la magia tiene buenos exponentes en el país, entre ellos las compañías que laboran en el polo turístico de Varadero; Teatro de la Magia, en Camagüey y la escuela mágica de Santiago de Cuba”.

-¿Qué es Magipayaseando?

-Desde el verano de 2015, Léster Escalona Martínez, payaso Tito; Camilo Castillo, payaso Palitroque y yo, decidimos unirnos. Así con ese nombre nos presentamos en disímiles escenarios. Luego se incorpora Vivian Margarita, la payasita Chupetina. Funciona muy bien porque ellos son mi contraparte, hay más risas y diversión. Los espectáculos llegan mucho mejor al público.

– ¿Cuál es el secreto de Pablito, el mago?

“Mucho estudio y práctica, que la técnica esté tan bien ejecutada que parezca natural”.