Aunque sin la intensidad del martes, nuevamente los cacerolazos se escucharon en barrios de Santiago, en rechazo a la decisión del Ejecutivo de impugnar en el Tribunal Constitucional un proyecto legislativo para retirar por tercera vez el 10 por ciento de fondos de pensiones.

Esa iniciativa es respaldada por la población por ser la opción más viable para disponer de dinero con el cual enfrentar las penurias ocasionadas por la crisis sanitaria ante las insuficientes ayudas del gobierno, que dejan fuera a miles de familias.

A pesar del toque de queda nacional imperante desde las 21.00, hora local, a causa de la pandemia en comunas (municipios) como Ñuñoa, San Bernardo y Peñalolén, decenas de personas salieron a las calles, incendiaron barricadas y se enfrentaron a contingentes de Carabineros.

Asimismo el tránsito de vehículos se vio interrumpido en varias arterias capitalinas a causa de los disturbios.

Escenas similares se produjeron en las ciudades de Punta Arenas, Arica, San Antonio, Coronel y otras ciudades del país.

En un reporte preliminar sobre las protestas el general Jean Camus, jefe de la Zona Metropolitana Este, informó a la prensa que al menos nueve personas fueron detenidas, por infringir violar el toque de queda y desórdenes públicos y una por atacar a un vehículo en marcha.