Washington.- El Senado de Estados Unidos debatirá en los próximos días el proyecto de ley que intenta bloquear los planes del presidente Barack Obama para acoger a refugiados sirios e iraquíes, destaca hoy el diario The Hill.

Esta semana será decisiva para dicha propuesta, y el líder de la mayoría senatorial, Mitch McConnell, programó para el miércoles un voto de procedimiento con el fin de determinar si los legisladores continúan el análisis del texto que ya fue aprobado a finales de 2015 por la Cámara de Representantes y que incluye requerimientos difíciles de implementar con el objetivo de congelar la admisión de los nuevos inmigrantes.

De acuerdo con el lenguaje de la legislación, los servicios de seguridad estadounidenses deben certificar que cada uno de esos individuos no constituye una amenaza a la seguridad nacional del país.

Según The Hill, a pesar de la promesa del liderazgo republicano de analizar el documento a principios de 2016, la votación tendrá lugar pocos días después de que el Departamento de Justicia anunciara el arresto de dos iraquíes sospechosos de terrorismo, quienes entraron al país como refugiados.

Este suceso motivó pronunciamientos de legisladores republicanos en ambos hemiciclos del Capitolio para impulsar la propuesta destinada a poner obstáculos adicionales a la llegada de estos extranjeros a suelo estadounidense, con el pretexto de que grupos extremistas como el Estado Islámico pudieran usar dicho programa para infiltrarse en la nación norteña.

Los republicanos necesitarán 60 votos para superar cualquier obstáculo de procedimiento, por lo que si todos los senadores del partido rojo emiten un sufragio favorable, tendrán que lograr además el apoyo de seis demócratas con el fin de que continúe el debate de la legislación.

Sin embargo, el líder de la minoría en la Cámara alta, Harry Reid, y su correligionario Dick Durbin,  sugirieron que disponen del sustento imprescindible para bloquear este proyecto destinado a echar por tierra el plan inicial del presidente Obama para admitir unos 10 mil refugiados sirios e iraquíes en los próximos años.

De todas formas la Casa Blanca amenazó con vetar la propuesta de ley al argumentar que crea “demoras y obstáculos significativos al cumplimiento de un programa vital que satisface objetivos humanitarios y de seguridad nacional”.