Sendero de Luz, puertas abiertas al desarrollo local

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Por Yudelkis de la Hera Jeréz. | 23 diciembre, 2021 |
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FOTO/ Julio César Vega Calás

Ante miradas curiosas y cámaras fotográficas expectantes tuvo lugar el solsticio. En la Cueva Ceremonial, emblemático sitio de la geografía niquereña, se respiraba alegría y ansiedad por el esperado sucesos que desde días anteriores ocupaba espacios de intercambio en las calles, la radio, la televisión y la prensa escrita.

Una traviesa nube coqueteaba con el Astro Rey para agregar más tensión y drama al panorama.

Y justo después del mediodía, cuando el relog marcaba la 1 y 30 minutos de la tarde y la juguetona nube se retiró a descansar sucedió.

El manto verdinegro que cubre a la diosa taína de más de 600 años, fue cediendo poco a poco ante los rayos del sol. Y Atabey cual madre complaciente mostró sus encantos. Cada detalle de la centenaria representación de la Madre del Ser Supremo ,Madre de las aguas, tallada 6 siglos atrás por las comunidades agroalfareras que habitaban la zona, quedó al descubierto. Su rostro bien definido, su corona y su vientre abultado por la maternidad, llenaron los sentidos de los presentes.

Entonces se escucharon los tambores y maracas, al tiempo que jóvenes vestidos para la ocasión bailaban un areíto, expresión genuina de identidad y cultura aborigen.

Anterior al suceso natural que se dice ocurre solo durante el solsticiode invierno, la ciencia vistió de galas con el desarrollo de 3 conferencias que como parte de la 1era edición del Evento Científico Sendero de Luz adornaron la ocasión, puertas abiertas al desarrollo local de un municipio privilegiado por la cultura, la naturaleza y la historia.

Los curiosos impactados, los incrédulos en silencio, los soñadores felices y los celulares y cámaras fotográficas en acción; el mundo conocería lo sucedido desde las redes sociales.

Serían casi las 3 de la tarde cuando los visitantes regalando una mirada feliz a la diosa taína dirigieron sus pasos de regreso al sendero, propietarios de una experiencia única e inolvidable que con afan de ser multiplicada contarían a conocidos y familiares.

Las puertas quedaron abiertas, y el camino trazado como parte de opcionales de la Zona de desarrollo. Atabey nos espera. Retornaremos al encuentro con nuestras raíces culturales para deleite y disfrute de generaciones presentes y futuras.

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