Aunque el Gobierno sigue sin ofrecer cifras oficiales, la Cruz Roja estima en más de 600 los posibles desaparecidos bajo el lodo.
Las intensas lluvias de inicios de semana hicieron colapsar parcialmente una ladera, desencadenando la avalancha y la destrucción, en uno de los mayores desastres que registra la historia de esta nación de África occidental.
Más de 300 víctimas del deslave recibieron sepultura el jueves en un entierro masivo al que asistieron el presidente sierraleonés Ernest Bai Koroma y su homóloga liberiana, Ellen Johnson Sirleaf, según destacan medios locales.
Sierra Leona -en luto nacional por siete días-, solo hace dos años padeció una epidemia de ébola que provocó la pérdida de unas cuatro mil vidas.
Mientras prosiguen las operaciones de búsqueda y rescate en áreas de Regent, la zona más afectada, surge el temor de la propagación de enfermedades como el cólera.
Después de la tragedia, algunos observadores advirtieron que las autoridades del país tendrán que tomar medidas más rigurosas para frenar la presunta deforestación y las construcciones ilegales en los alrededores de la superpoblada Freetown.