La Habana, – El 27 de enero cuando el tornado azotó esta capital, la solidaridad salvó muchas vidas, consideró hoy Dayamí Condes, vecina del reparto Santo Suárez, una de las zonas más afectadas por ese fenómeno natural.
‘Las ventanas no se podían cerrar, los cristales y las planchas de zinc volaban, las casas se caían; mis hijos lloraban, yo aguantaba a mi madre que es una viejita ; yo no sabía que iba a hacer en ese momento’, dijo aún con una angustia como si reviviera ese momento.
Aseguró que pese a su temor observó que en la calle una pareja estaba bajo la tormenta y lograron subir a su casa en búsqueda de refugio.
‘Un joven y su novia nos pidieron auxilio. La muchacha tenía encajado en la pierna una varilla lanzada por los fuertes vientos del tornado. Como soy enfermera le di los primeros auxilios’, recordó Dayamí.
Por otra parte, destacó la agilidad de las labores de recuperación, el apoyo de los vecinos y la presencia de las autoridades en los lugares afectados.
Por último, sentenció, ‘todo fue muy desastroso y hay personas que están mucho peor, pero confío que todo se va a poder’.