Han pasado los años con esa tremenda fuerza que el tiempo trae consigo;  las cosas cambiaron mucho, para bien; el desarrollo científico impuso su ritmo, pero hay hechos, que por su trascendencia, permanecen intactos en la mente de las personas.

Quizás por eso, la enfermera Madelín García Ramos, de Oncología,  y Carmen Troyano,  trabajadora de Recursos Humanos, reviven por estos días aquella visita inolvidable,  el intercambio con ese hombre imponente que llegó el 11 de  enero de 1981 para dejar inaugurado el hospital provincial Celia Sánchez Manduley, de Manzanillo, municipio de la suroriental provincia cubana de Granma.

Aquel fue un día diferente, en el que la agudeza del Máximo Líder de la Revolución lo llevó a indagar sobre cada detalle, en una de las salas de Terapia intensiva, en el área de Urología y en los salones de Cirugía, antes de pronunciar el discurso inaugural.

Para el colectivo de ese centro asistencial, cuna de la formación y preparación de los nuevos médicos, enfermeras y tecnólogos de la región del Guacanayabo, el más elocuente recuerdo, el mejor de los regalos por el cumpleaños 90 de Fidel, ha sido la entrega cotidiana a una hermosa labor de bienestar y salud  de alto nivel profesional y humano.

Tal consagración y esfuerzo hicieron posible incrementar, de 11 a 26,  las especialidades médicas; introducir las técnicas quirúrgicas de mínimo acceso en Cirugía general y Urología y la puesta en marcha de un Tomógrafo, un equipo de Fluoroscopio y un Mamógrafo.

Igualmente lo homenajean  con el funcionamiento de un Centro oftalmológico con  la introducción de las últimas tecnologías, de un  Eximer Lasser para tratamiento oftalmológico y la realización de estudios hormonales por técnicas de medicina nuclear.

Son muchos los logros de la última treintena de años, que incluyen novedoso equipamiento para la realización de biopsias por aspiración, modernización del servicio de Nefrología con la puesta en marcha de 20 riñones artificiales, e introducción de tratamiento con ozonoterapia y células madre.

En cada conquista del sector de la Salud está presente el pensamiento y la acción de esa figura emblemática de la Revolución cubana, que es Fidel.

Su presencia es igualmente recordada en la Universidad de las Ciencias Médicas de Granma, situada en Manzanillo, el 18 de diciembre de 1986, donde dialoga con el Doctor Efraín Benítez Popa y con los estudiantes, sobre sus condiciones de vida y estudio.

En ascenso puede catalogarse el desempeño del alto centro de estudios, donde se consolida la profesionalización del claustro, con más de tres mil profesores, de los cuales 14 son doctores en Ciencias, mil 113 Máster en Ciencias y 339 especialistas de Segundo grado.

Allí se forman especialistas en 46 especialidades, se ejecutan 11 ensayos clínicos en escenarios provinciales, se consolida la gestión del fórum de ciencia y técnica, y crece la participación en eventos nacionales e internacionales.

Está cada vez más consolidado el liderazgo de la Universidad en el trabajo en función de contribuir a la solución de problemas de salud de la población granmense, relacionados con Enfermedades Crónicas trasmisibles, no trasmisibles, y  emergentes.

También el propio 18 de diciembre de 1986 el Líder Histórico de la Revolución visitó las obras de ampliación del hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, específicamente la parte de la Maternidad, institución que hoy disminuye significativamente la mortalidad infantil y la materna, se ha elevado el nivel científico del claustro de profesores y cuenta con  equipos de ultrasonido de alta resolutividad, lo cual incide positivamente en el diagnóstico prenatal.

En cada detalle, logro o  misión de la Salud de Granma está el aliento, el apoyo y los sueños de nuestro querido Fidel.