Pocos, renunciamos al disfrute de una tarde de domingo, al calor de una sala hogareña, presenciando el filme, los muñes, la peli o novela de nuestra preferencia, con una fuente rebosada de Pellys, crocantes y salados.

Lo que  pudiera parecer ilusión, pronto se convertirá en cotidianidad, pues desde diciembre de 2020, la ueb Dietéticos perteneciente a la Empresa de productos lácteos Granlac, de Granma incorpora a la cartilla de productos un Pelly crujiente, a partir de harina de arroz, con sabor gouda y de factura local.

La antigua fábrica Nestlé, emblemática por producir leche condensada, Harina Lacteada, suplementos para embarazadas y niños como el Gerlac y Bebelac y bombones, continúa expandiéndose y diversificándose a tono con las circunstancias que vive el país.

“A partir de la difícil adquisición de harina de trigo, teniendo en cuenta que nos encontramos en una de las provincias mayores productoras de arroz del país, y que disponemos en el territorio de una línea de cereales obstruidos, nos dimos a la tarea de buscar productos que emplearan esta harina de arroz como sustituto”, explica su director Gonzalo Michel Aguilar Moreno.

La aspiración era generar un producto nuevo y degustable, que ampliara la gama de productos de la unidad.

Juan Carlos Reyes Peña, jefe del grupo técnico productivo, enfatizó que el primer compromiso del área de cereales obstruidos es producir el cereal de arroz, sin embargo, durante la marcha percibieron la salida de un producto similar al Pelly, que con ayuda de sensores y técnicos de laboratorios fue adecuando color y sabor, convirtiéndose en un resultado colectivo.

“Desde fines de 2020 Dietético está enfrascada en una fase de mejora continua, teniendo en cuenta que está destinado a un segmento muy vulnerable: los niños.

“La capacidad de producción es de unos 500 kilos diarios de Pellys con gustillo gouda, jamón y queso. Estamos en busca de proveedores para entregar nuevos sabores”, amplía Juan Carlos Reyes Peña.

Actualmente el Pelly de harina de arroz se comercializa en formato de 2,5 kilogramos, con un precio mayorista de 252 pesos y 300 en los mercados ideales de Bayamo y Manzanillo.

No se expenden en formatos más pequeños por la inexistencia de polietileno,  pero está en perspectiva, así como lograr diseños litografiados y agradables a la vista, que sean competitivos en el mercado nacional  y que cumplan los parámetros de inocuidad de los alimentos.

Aguilar Moreno enfatiza que hoy la unidad está produciendo con muchas limitaciones: “el Gerlac y el Bebelac se han visto afectados por  vitaminas, y el principal objetivo que es la leche entera en polvo, se ha complejizado por la llegada tardía de esta materia prima, de manera que además de los Pellys, elaboramos yogur de soya para niños de siete a 13 años y centros de aislamientos;  Gerlac, Bebelac y cereal de arroz”, puntualiza el directivo.

SISTEMA AUTOMATIZADO

Para elaborar este Pelly, explica Gerardo Aguilar Fonseca, especialista en informática que controla todo el proceso automatizado, se insertan en el mezclador la harina de arroz, el saborizante, el color y la sal.

“Una porción de estos ingredientes son disueltos en agua para comprobar las características organolépticas y su aspecto.

“Ya ajustados, pasan al extrusor que los conforma, y al secador que mediante el pase por dos esteras les imprime esa textura crujiente, luego son depositados mediante sinfín hasta la planta baja para el envase”, describe.

Gerardo supervisa mediante un sistema computarizado el funcionamiento de cada equipo, dígase molino, extrusor, secador y mezclador. La pantalla notifica las fallas.

Si ocurre alguna avería en el sistema, Guillermo Enrique  Pérez Armas, técnico en automatización se ocupa de su solución.

“Atiendo todos los sistemas de la planta de cereales. Mi responsabilidad es reparar averías en los paneles y los sistemas de control  automático, y estar pendiente a las fallas de electricidad, porque disparan las protecciones y deben resetearse”, comenta Pérez Armas.

A 45 años de servicio en la Empresa de productos lácteos, y con ese espíritu creativo que distingue al movimiento anirista, Guillermo Pérez Armas no renuncia a dominar nuevos saberes.

“Con algunos compañeros he aprendido y dominado el   panel de automatización y electricidad; así como el de fuerza general, desde donde se alimentan todos los equipos, además superviso y soluciono deficiencias  desde el punto de vista automático en calderas y compresores de amoníaco”, explica Pérez Armas.

Entre sus inventivas, recuerda la instalación de un sistema de protección automático al compresor, pues el original sufrió daños.

Desde entonces este sistema convencional conserva los diferentes productos del área de refrigeración.

Para este hombre jubilado y reincorporado, entregado a su oficio, solo hay una aspiración: “mantenerme trabajando hasta que pueda, y me acepten.”

Escéptica recibí la noticia de una producción de Pellys de factura local a partir de harina de arroz, sin embargo, al final del proceso, sostuve en mi mano un puño  de crujientes y anaranjadas bolitas, que se deshicieron con agrado al paladar, como mis dudas.