Con el tope que sostendrán desde esta noche los conjuntos de Ciego de Ávila y Granma, en el parque José Ramón Cepero, se revivirá la discusión de la corona en la pasada campaña beisbolera, que culminó con el triunfo de los alumnos de Carlos Martí Santos.
De tal forma, los Tigres tienen la posibilidad de tomar desquite de la barrida sufrida en el match, aunque en esta ocasión solo se trata del compromiso inicial en la presente temporada.
Por su parte, los Alazanes intentan demostrar que la coronación no fue obra de la casualidad y que el domino que ejercieron los avileños, por algunos años, quedó en el olvido.
De hecho, antes de comenzar el tope por el título en la serie 56, los granmenses mostraban pésimo balance frente a sus rivales de turno de cinco victorias y 12 reveses en postemporada –al ceder tres veces en semifinales-, el que maquillaron con cuatro éxitos en la etapa conclusiva de la edición anterior, para dejar un balance general de 130 triunfos y 109 derrotas.
Quizá, los vigentes campeones transitan por su mejor momento en la aún joven contienda, luego de la última victoria sobre los Gallos, cuando remontaron un marcador adverso de 0-5, para imponerse finalmente 10×7 y, por primera vez, exhibir más triunfos que derrotas (5-4).
Este duelo con el mejor equipo de la pelota cubana en los últimos años –se tituló en las series 51, 54 y 55- constituye un medidor para los granmenses, quienes llegan al Cepero después de ganar sus dos primeros compromisos particulares frente a Las Tunas y Sancti Spíritus, en ambos casos 2-1.
Asimismo, el despertar ofensivo de su cuarto bate Lázaro Cedeño, el buen comportamiento de la defensa y las sobresalientes actuaciones de sus principales tiradores, el zurdo Leandro Martínez Figueredo y César García Rondón, por segunda ocasión consecutiva, entre otras, son las notas más llamativas de la selección.