Río de Janeiro-. La vistosa y emotiva ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos Río 2016 corroboró la validez de uno de sus slogans: “Todo el mundo tiene un corazón”, que millones de personas debieron sentirlo latir hoy con fuerza inusual.
Marcelo Rubens Paiva, director artístico del programa, había anticipado que este sería espectacular y capaz de emocionar, hacer reir y llorar, y lo fue desde que Aaron Wheelz descendió a toda velocidad por una rampa en su silla de ruedas y atravesó un círculo de fuegos de artificio, hasta que el nadador brasileño Clodoaldo Siva prendió el pebetero.
Minutos antes, y en una demostración más de la perseverancia y el espíritu indoblegable de estos atletas, la primera campeona paralímpica del atletismo brasileño y una de las portadoras de la flama simbólica en el estadio Maracaná, Marcia Malsar, perdió el equilibrio y cayó al suelo, pero se levantó de inmediato para culminar su tramo.
Marcia justificó así las palabras pronunciadas esta noche por el presidente del Comité Organizador de los Paralímpicos Río 2016, Carlos Nuzman, quien calificó a los participantes en esta contienda de “superhumanos que no conocen lo imposible”.
Enfrentamos hoy un gran desafío: construir un mundo nuevo, más accesible, justo y fraterno y donde todos puedan caminar lado a lado sin obstáculos, señaló Nuzman y abogó por la igualdad de las personas, “que aun cuando parezcan diferentes tienen el mismo corazón”.
El también titular del Comité Olímpico Brasileño encomió la determinación de nunca desistir y enfrentar cualquier obstáculo de los deportistas paralímpicos, cuya pasión inspira, remarcó.
En términos similares se pronunció el presidente del Comité Paralímpico Internacional, Philip Graven, quien después de subrayar que la cita en Río ofrece la oportunidad de continuar batallando por un mundo mejor, afirmó que los Juegos “muestran una nueva perspectiva: no hay límites para el espíritu humano”.
Graven invitó a declarar oficialmente inaugurada la cita al mandatario brasileño, Michel Temer, quien fue recibido con gritos de “Fuera Temer”, que ya se habían escuchado incluso antes de que comenzara la ceremonia.
Después, empezó un impresionante espectáculo de luces y sonidos, momentáneamente interrumpido para escuchar los juramentos de atletas, técnicos y árbitros, para luego dar paso a uno de los momentos culminantes de la noche: la actuación de la deportista estadounidense Amy Purdy.
Amputada de las dos piernas desde los 19 años y practicante del snowboard, Amy bailó durante cinco minutos acompañada de un robot industrial, para abordar así otro de los temas de estos Juegos: la relación hombre-máquina.
El programa de competencias de los Juegos Paralímpicos Río 2016 comenzará mañana y se extenderá hasta el próximo día 18 con la participación de seis mil deportistas en representación de unos 160 países.