El tren se queda…

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Por Angélica Maria López Vega | 28 septiembre, 2019 |
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Foto: Angélica m. López Vega

– ¡Nos vemos después, que se me va el trencito! -le dije a mi amigo y lo dejé con la palabra en la boca. No podía permitir que el coche-motor siguiera su camino sin mí, me había levantado temprano para cogerlo.

Llegué a tiempo a la Terminal del Ferrocarril, hablé con el conductor, le expuse que era periodista y deseaba entrevistar a los pasajeros sobre esta nueva opción del transporte urbano en Bayamo. No puso objeción alguna, bueno, al menos no lo hizo hasta que comencé a demorarme, como es lógico, hacer entrevistas no es coser y cantar. Él debía continuar su recorrido o se atrasaría y había personas esperando.

¿Qué se le va a hacer? No me quedó más remedio que decirle: “Sigue, me bajo en la otra parada”. En ese breve tiempo aproveché para conversar con los viajeros y observar a mi alrededor. Iban algunos uniformados, madres acompañadas de pequeños con pañoletas rojas y azules, gente de todas las edades.

Lídice Rodríguez me comentaba afable que “el coche motor ha sido una muy buena idea, pues ayuda mucho, abarca un largo tramo de Bayamo, alivia el transporte, porque las guaguas están abarrotadas” y sentenció al final “está muy bien, que se mantenga”.

Ella tiene razón, el traslado de personal por la urbe se benefició. La Jefa de estación Moraima Moreno Tamayo explica que da siete viajes diarios, tres en la mañana, dos por el mediodía y dos en la tarde. Además, tiene capacidad para 45 pasajeros sentados y 15 de pie.

Con algo de dificultad por el movimiento del vagón logré llegar hasta Gilberto Garcés quien expresó su conformidad con esta nueva alternativa: “Nos ha ayudado bastante con toda la situación con la falta de combustible y es una buena opción para aquellos que laboran en el centro de carga y Sakenaf”.

El oficial Ramón Peña, sentado algunos puestos más adelante, también dio su criterio: “Está dando resultado porque viajamos generalmente trabajadores y estudiantes, esta ruta ha sido muy importante para el momento que se está viviendo en el país”.

Digno Ortiz Vega, director de Ferrocarriles Granma confirmó que se mueven muchos obreros, lo que es beneficioso para las empresas alejadas del centro de la urbe, esta medida de cierta forma ha venido a mejorar la vida en las entidades.

“Al principio no tenía tanta aceptación porque se desconocía su existencia, pero ahora se ha divulgado a través de la prensa y se puede decir que ese coche motor casi se está llenando”, afirmó Leonardo Labrada Mesa, director de la Empresa provincial de Transporte.

En mi corto viaje pude confirmar que al menos en el horario de la mañana se ocupan buena parte de los asientos, sin embargo, “hay quienes siguen prefiriendo los coches”, comentó la Jefa de estación.

Esta medida, de gran aceptación, llegó para quedarse, coinciden en afirmar los directores de Ferrocarriles Granma y la Empresa provincial de Transporte.

Sin embargo, preocupa el hecho de que el cochemotor consume diario alrededor de 80 litros de combustible y con el precio establecido no genera ganancias, ni siquiera alcanza para cubrir los gastos. Una solución quizás para este dilema es el aumento de la tarifa a un peso, que no causa pérdidas, de esta forma podría continuar en circulación con regularidad, siempre será más económico que los coches.

Tan animada estaba la conversación que familiarmente los cubanos sabemos sostener, que luego de bajarme, noté que podía haber seguido el viaje y retornar en el trencito. En el andén, nuevamente, lo esperé.

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