Tres días cerca de Fidel (+ fotos)

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Por Yasel Toledo Garnache | 29 marzo, 2016 |
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El Comandante en Jefe en la escuela Enma Rosa Chuy, en Pilón (2002)/Foto: Luis Carlos Palacios.
El Comandante en Jefe en la escuela Enma Rosa Chuy, en Pilón (2002) / Foto Luis Carlos Palacios.

Aquellos días permanecen, como reliquias con vida, en la memoria de quienes vieron al héroe del Moncada, del Granma y de la Sierra Maestra, al Líder histórico, al hombre de figura larga y mente infinita que hablaba por la radio y ante cámaras de televisión, al amigo, al padre… a Fidel.

Transcurría el año 2002, la provincia, como toda Cuba, era creación y oportunidades. Del 28 al 30 de marzo, él compartió con los hijos de esta tierra la inauguración de cuatro importantes programas de la Revolución: los cursos de Superación integral para jóvenes, las academias de artes plásticas, el de salas de televisión en barrios no electrificados y la introducción de la Computación en la Enseñanza Primaria.

Además, su voz de seguridad y estímulo, retumbó en la Tribuna abierta, efectuada en Buey Arriba, para recorrer otra vez las montañas, pero en esa ocasión, con una brisa suave y la satisfacción de haber logrado sueños, por los que guió y disparó, cerca de allí. Cuentan que andaba de verdeolivo, barbudo y con los ojos llenos de luz. Estrechaba las manos y regalaba abrazos, en especial a los niños.

FIDEL EN MANZANILLO

La Ciudad del Golfo del Guacanayabo lo acogió el jueves 28. Poco después de las 3:00 de la tarde participó en la apertura oficial de la Academia de artes plásticas Carlos Enríquez (1900-1957), con la presencia de Alberto Lezcay, Roberto Fabelo, Alexis Leyva (Kcho) y otros importantes creadores del país.

Páginas de La Demajagua, correspondientes al 31 de marzo del 2002, reflejan que recorrió la instalación y realizó una caricatura a Kcho. Julio Oduardo Castañeda, uno de los impulsores del proyecto, declaró al periodista Roberto Mesa Matos que la tarde fue conmovedora: “Tener cerca al Comandante en Jefe y escuchar sus reflexiones sobre el ámbito artístico resultó alentador. Comenzamos con 20 estudiantes: 10 de Manzanillo e igual cantidad de Bayamo, en las especialidades de pintura, escultura y grabado, con talleres opcionales”.

Añadió que la iniciativa favoreció el renacimiento de las artes plásticas en Granma y, particularmente, en su municipio.“Varios de nuestros egresados continuaron la formación en el Instituto Superior de Arte.

Mi estancia allí fue una experiencia maravillosa que guardo como uno de los momentos más gratos en mi carrera de más de 30 años”, manifestó. El Comandante y sus acompañantes siguieron hacia la Plaza Celia Sánchez Manduley: “Estamos cultivando conocimiento, cultura y ciencia”, aseguró esa tarde- noche de tanto brillo.

Y muchos sonreían por la satisfacción a lo largo de la provincia, incluidos los 12 mil 340 jóvenes que recibían otra oportunidad en las aulas, para graduarse de la Enseñanza Media Superior y acceder a la Universidad, gracias a la nueva iniciativa del gobierno revolucionario.

PASOS CON LA TECNOLOGÍA

Fidel en la comunidad El Puntico, en el municipio de Campechuela (2002)./Foto: Luis Carlos Palacios
Fidel en la comunidad El Puntico, en el municipio de Campechuela (2002) / Foto Luis Carlos Palacios

Pobladores de la comunidad rural El Puntico, en Campechuela, con 110 habitantes y electrificada en el 2014, rememoran que el 29 de marzo pareció amanecer más temprano.

Su sala de televisión, con paneles solares, denominada Julio Antonio Mella, ya lucía reluciente en una de las esquinas del barrio y, desde antes de esa jornada, había tremendo ajetreo con la colocación de una tarima y otras cuestiones, “por eso sabíamos que vendría alguien importante, pero jamás imaginamos que sería él. Esto estaba precioso. Fue impresionante”, dice Aracelis Guerra López. Agrega que lo recuerda como si fuera ahora mismo.

Eran las 8:20 a.m., aproximadamente, y varios autos se acercaban. Los presentes lo recibieron con vítores. Fidel se bajó sonriente y saludó: “Nos trató con cariño y respeto”, expresa y levanta la mirada como si viviera otra vez el instante.

Luego, rememora que en el interior de la instalación se sentó en cada fila de sillas, para comprobar si en todas se veía bien la pantalla. Allí persiste la última utilizada por él, con el color verde y los grados de Comandante en Jefe, especie de tesoro en el lugar, junto al mismo televisor empleado aquel día.

Sala de televisión Julio Antonio Mella, en la comunidad El Puntico, 2016./Foto: Rafael Martínez Arias.
Sala de televisión Julio Antonio Mella, en la comunidad El Puntico, 2016 / Foto Rafael Martínez Arias.

Violeta Rivero Rodríguez, vecina, nos escuchaba y amplió: “Él dijo ‘falta algo’, y era subir más el televisor para que los del fondo observaran mejor. Nos pidió que cuidáramos esto, y así lo hacemos”. La joven Carmen Iris Rubio Licea no pudo participar en el  2002, porque estaba en el hospital a punto de parir a su hijo, Kendris Luis.

Refiere que antes se aburría y estaba desvinculada del estudio, pero apareció esta opción y los cursos de superación. Aprovechó las oportunidades y ahora es licenciada en Cultura Física. Ella habla con el encanto del agradecimiento: “Nos cambió la vida. Aquí el nivel cultural era muy bajo, pero nos incorporamos a ver el noticiero y a todo.

Cinco de aquellos adolescentes son doctores. Mi niño viene con frecuencia, se informa y utiliza el diccionario de la minibiblioteca. Esos programas de la Revolución me permitieron ser una profesional feliz”, concluyó con la alegría reflejada en su rostro.

Yamisel Aguilar Rivero, coordinadora general de la instalación, explica que funciona como centro social y de reunión. “Brindamos servicios de rehabilitación a pacientes con discapacidades, juegos didácticos y charlas contra las adicciones”.

Las pioneritas Isleidis Lisandra Peña Aguilar y Mardén Gómez Chávez aseguran que van siempre después de las clases, porque “nos gustan los muñequitos. Además, aquí aprendemos a bailar”. Y así lo demostraron con una danza.

En aquel momento existían en el país 790 locales de ese tipo, que beneficiaban, en la serranía, a unos 170 mil vecinos y generaban tres mil 600 empleos. En Granma sumaban 181, la provincia con mayor cantidad y agilidad para ponerlos en funcionamiento.

EL ORGULLO DE CONOCER AL COMANDANTE

Pioneros de la escuela Enma Rosa Chuy, en Pilón, junto al maestro Alberto Hechavarría Carmenate./Foto: Rafael Martínez Arias.
Pioneros de la escuela Enma Rosa Chuy, en Pilón, junto al maestro Alberto Hechavarría Carmenate / Foto  Rafael Martínez Arias (2016).

El 29 de marzo también existía bastante intranquilidad en la zona rural de Saturnino, en Pilón. Tres maestros, 22 alumnos, padres y otras personas esperaban en el pequeño colegio multigrado Enma Rosa Chuy, cerca de la carretera, y con el encanto de tener, en el frente, las montañas y, en la parte trasera, a lo lejos, el mar. Hasta el sitio llegamos para conocer a varios protagonistas de la inauguración de la enseñanza de Computación en escuelas primarias, con paneles fotovoltaicos.

Alberto Hechavarría Carmenate, docente desde entonces, refiere que nunca pensó verlo tan cerca. La caravana llegó a las 6:10 p.m., y Fidel se bajó de un auto blanco. Se interesó por la matrícula, dónde vivían los niños y cómo se trasladaban. Recorrió el centro, incluido el pequeño local con la computadora.

A las 6:30 inició el acto: “Fue emocionante”, recuerda con entusiasmo. Después de concluido, el hombre amigable y alto, entró  para ver el noticiero. Afuera, permanecían todos expectantes. Cuando salió, Hechavarría Carmenate escondió la silla donde se sentó, y todavía la conserva. Ahora, el colectivo prepara un sitial histórico, con su inclusión, la del guión original y una de las credenciales de invitación.

Marbelis Nobregas Alfonso, docente y encargada de la escuela en aquel tiempo, lo recibió en la entrada. Estaba muy emocionada y nerviosa, “él me trató con amabilidad. Me besó y abrazó. Su voz segura me tranquilizó enseguida. Le deseo mucha felicidad en su cumpleaños 90, el próximo 13 de agosto”, añade.

Después de 14 años, una histórica presencia permanece en la memoria de padres, maestros y antiguos estudiantes de la…

Posted by Gisel García González on Martes, 29 de marzo de 2016

El Comandante rememoró etapas de la lucha revolucionaria en la Sierra Maestra, el esfuerzo y las vicisitudes, y que, cerca de allí, pasaron él y otros combatientes después del desembarco del yate Granma, el 2 de diciembre de 1956, y del desastre de Alegría de Pío.

Mencionó éxitos de la Revolución y auguró otras conquistas: “Este es uno de los más importantes programas para el futuro y destino de nuestra Patria. ¡Ya lo veremos!”, apuntó.

Además, precisó que para lograrlo se dotaron de paneles solares a mil 944 centros y ensamblaron 24 mil computadoras, con un coste de 15 millones de dólares.

Para Iraida Figueredo Aguilar y Migdalia Domínguez Piñeiro, madres de dos alumnas, fue una de las tardes más especiales de sus vidas. “Me impresionó mucho ver a mi niña, Yadira, besarlo. Ella jamás lo olvidará y ahora es maestra”, dice Domínguez Piñeiro.

Mario Hernández González, uno de los pioneros abrazados por Fidel, en el 2002, es graduado de nivel medio en Informática y se desempeña como negociador de documentos bancarios en el Banco de Pilón./Foto: Rafael Martínez Arias.
Mario Hernández González, uno de los pioneros abrazados por Fidel, en el 2002, es graduado de nivel medio en Informática y se desempeña como negociador de documentos bancarios en el Banco de Pilón / Foto Rafael Martínez Arias.

Tal vez, desde ese 29 de marzo, la pasión por la computación habita el interior de Mario Hernández González, uno de los pioneros abrazados por el amigo vestido de verdeolivo.

Él es graduado de  nivel medio en Informática y se desempeña como negociador de documentos bancarios en el Banco del municipio. “Estaba en quinto grado y conocerlo es uno de mis mayores orgullos. Yo se lo contaba a todo el mundo y todavía lo hago.  Nos dijo que la Computación sería trascendental para nuestro futuro, y ahora es parte fundamental de mi vida”, afirma sonriente.

En la actualidad, algunos hombres van de un lugar a otro en la institución, están inmersos en labores constructivas, como saludo a la efeméride.

Mairela Fleitas Bazán, directora, manifiesta que ejecutan cambios en el mobiliario escolar y de la carpintería de madera por aluminio.

Además, reaniman los jardines y la plaza, donde se llevó a cabo la actividad, que será identificada con una placa, y lugar   para  los matutinos de los ocho pioneros de allí, quienes disfrutan de una computadora, dos televisores, una biblioteca y reciben todas  las asignaturas.

UNA HISTORIA QUE VIVE

Más de 25 mil personas acudieron a la Tribuna abierta, el sábado 30 de marzo de 2002, en Buey Arriba, encuentro con la historia, Fidel y el compromiso de edificar una nación cada vez mejor.

Documentos impresos y palabras de colegas evocan la alegría y la emoción de los presentes y del Líder de la Revolución, quien confirmó la confianza en esta tierra de tanta tradición, valor y lealtad.

El hombre de los largos discursos, el carisma contagioso, el soñador, el amante de los niños y del pueblo, casi cumple 90 años, y el mayor regalo será jamás olvidar las esencias de la nación, aspirar a la superación permanente y verlo sonriente, con pioneros en brazos, incansable e inteligente.

Los granmenses tenemos el orgullo de que haya escogido a Bayamo para un asalto glorioso aquel julio de 1953, desembarcado por Las Coloradas, establecido su Comandancia en La Plata, y fundado el Ejército Rebelde en las lomas de esta tierra. Después de 1959, regresó en varias ocasiones con júbilo y más anhelos, por todo eso perdurará, en el pueblo, hasta la eternidad.

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