La dirección de Turismo en Granma, informó recientemente a la prensa local, que entre las principales ocupaciones del sector aquí está el incentivo a los gobiernos municipales, para la creación de proyectos que permitan aprovechar en función de la industria del ocio, sus diversos y singulares atributos históricos y naturales.
El hecho, en honor a la verdad no es tan novedoso, si partimos de que es una idea no solo estudiada muchas veces ya, sino con explícita conveniencia, teniendo en cuenta, de una parte, el impacto del turismo en progreso económico y social de cualquier sitio, y de otra, la pertinencia de concebir programas locales de desarrollo con miras a la industria turística.
La eficacia de esa interrelación ha sido validada desde que el turismo se transformó en actividad masiva, y comenzó a considerarse su relación directa con el desarrollo, al punto de entenderse como equivalentes las expresiones desarrollo turístico y desarrollo regional.
El origen de esta relación causal, de acuerdo con quienes estudian el tema, se basa en la generación de oportunidades económicas para un país y para sus regiones, por ser esta industria una de las mayores generadoras de ingresos, empleo, de captación de divisas, y desencadenante de una serie de fenómenos socio -culturales de gran importancia.
El turismo, queda claro, es un eficiente motor del desarrollo económico, capaz modernizar las infraestructuras, impulsar otras actividades productivas y revalorizar los recursos autóctonos, pero el territorio granmense aún está lejos de aprovecharse de esas oportunidades, porque tampoco ha logrado una adecuada proyección y manejo de los fondos establecidos por el país para el impulso de iniciativas locales para su progreso municipal.
La mirada del sector turístico en la provincia se ha detenido, de acuerdo con propuestas en estudio, en la existencia de aguas minero medicinales en varias localidades, a reservas naturales únicas, y a un patrimonio histórico muy superior al de otros territorios cubanos, como por ejemplo la extensa huella del guerrillero heroico en las montañas del municipio de Buey Arriba.
Mas, innegablemente el pensamiento y la concreción de tales ideas precisan de mayor integración y decisiones más ágiles, porque lo que está claro es que aún con los tantísimos y atractivos atributos del territorio granmense no se ha logrado un programa que revitalice de verdad la industria del ocio.
Los datos cuentan. Este año, los más de 177 mil turistas nacionales y alrededor de 75 mil internacionales atendidos, no llegan a las cifras planificadas, y si los ingresos totales del sector (más de 25 millones de pesos captados en lo transcurrido de este año) no se incumplen es porque al menos se ha logrado una buena administración de las instalaciones y los recursos materiales disponibles.
Ese último elemento es otra fortaleza para animar el pensamiento local, el entendimiento del turismo como una alternativa viable para promover el desarrollo de las localidades, siempre y cuando se gestione de forma sostenible, desde las demandas de la comunidad y dándole como retorno los beneficios que genera esa actividad, convertida ya en la de primer de índole económico de muchos países.
Cómo van a hablar de crecimiento de turismo si ni siquiera el aeropuerto tiene vuelos nacionales si es que se le puede llamar aeropuerto hasta cuando van a ignorar a Bayamo