Pedro Manuel González Almaguer sigue contento y motivado con su trabajo como obrero agrícola allá en la zona de Las Palmitas, en Cauto Cristo.
El joven cooperativista lleva cinco años en esta tarea, la que comparte también con el hermano menor, Víctor Manuel y la guía del padre que desde pequeños les inculcó el amor por la tierra y la agricultura.
“He adquirido mucha experiencia en el cultivo, lo que me permite obtener no solo mayor volumen sino calidad en los productos que salen de mi finca. Hasta ahora los ingresos son buenos y continuamos sembrando para alimentar a la población.
“Aunque la sequía es fuerte y algunas plagas y enfermedades también nos afectaron las plantaciones sobre todo en las hortalizas, hemos sabido enfrentarla con esfuerzo e innovación por ejemplo en la solución del bombeo eléctrico en el riego para lograr el uso óptimo del agua disponible”.
Sueños y sentido de pertenencia
Amauri Ramírez Fernández está feliz. Cumple sus sueños de tener una finca (la número seis) incluida entre las mejores de la cooperativa.
“Me siento bien con lo que hago. Algunos me dicen de volver a operar el tractor, pero que va lo mío está aquí entre los platanales que atiendo yo solo”.
“Estoy en pie a las 5:30 de la mañana y le dedicó al trabajo 10 ó 11 horas. Prácticamente no tengo vacaciones porque la atención cultural a la plantación es de todos los días.
El secretario general de la sección sindical dijo que la medalla Jesús Menéndez es la más reciente condecoración recibida por la Ubpc, que les otorgó el Consejo de Estado de la República de Cuba, y también el diploma de vanguardia nacional del Sindicato de trabajadores agropecuarios y forestales, distinción que ostentan durante cinco años.
Avalan al colectivo, además de la sostenida eficiencia productiva, el cumplimiento de diversas tareas como la cotización, el pago a las Milicias de Tropas Territoriales (MTT) y la activa participación de los afiliados en las principales decisiones de la cooperativa.
“Tenemos una fuerza laboral estable con relevancia en la emulación sindical para las fincas: uno, tres y seis con la conducción de Eulalio Verdecia, Adolfo Almaguer y la mía; todos estamos vinculados al área y a los resultados finales de la producción.
“Nuestra disposición es la de no decaer, de avanzar y crecernos antes las dificultades porque de ello depende la economía y la alimentación del pueblo”, enfatizó Ramírez Fernández.
Para Emelina Chávez Tamayo, quien tiene la responsabilidad del control de las finanzas, la clave del éxito descansa en la unidad del colectivo y la permanencia de los integrantes de la Junta Administrativa, lo cual ha posibilitado un buen funcionamiento.
Mujer bayamesa, Emelina viaja de madrugada hace 15 años, desde la capital provincial hasta estos predios, para cumplir con sus jornadas en la base productiva, la que siente como suya, sentimiento acrecentado cuando ya es inminente la jubilación.
Manifestó que nunca ha habido desvió de recursos ni pago de salario sin respaldo productivo y reiteró como otro factor fundamental el correcto uso de los créditos bancarios y el pago sistemático a los trabajadores.
Mantener rentabilidad
Pedro González Trinchet, al frente de la Ubpc, tras concluir la colaboración en la hermana República Bolivariana de Venezuela, subrayó el protagonismo y la calidad en el desempeño de los obreros en la preparación del suelo, fertilización, siembra y cosecha.
“Hoy el reto que tenemos es producir bajo cualquier circunstancia, cumplir los planes en la plantación de plátano Burro, y en los cultivos de ciclo corto como el boniato y la calabaza, y la yuca, esta última no requiere de mucha lluvia para desarrollarse.
“Esas son variantes que nos permitirán no fallar en nuestra responsabilidad con el encargo estatal y sustituir con viandas los volúmenes de hortalizas en caso de mermar el riego por la ausencia de agua en los embalses”.
No obstante, la adversidad climatológica golpeó la cosecha de tomate y el acopio de las viandas, por enfermedad la primera y fuertes vientos, la segunda con la reducción en las entregas para las ventas a la población y a la industria durante los primeros siete meses de 2015.
El presidente informó que el año anterior excedieron lo contratado en la producción y ventas totales en los cultivos varios con utilidades finales y reducción considerable de los costos y gastos e incremento de la productividad por hombre.
Explicó que la unidad no tiene cuentas por cobrar ni pagos atrasados o pendientes, como consecuencia de una rigurosa disciplina financiera en sus relaciones contractuales.
González Trinchet reconoció la mejoría en la llegada de algunos productos como fertilizantes, machetes y limas, no así con las botas de gomas y la soga, al establecerse la compra con el centro municipal comercializador perteneciente a la empresa suministradora de insumos de la Agricultura y la prestación de servicios y las ventas de otros recursos sin intermediarios.
Agregó que no tienen deudas con el Banco; la estrategia de trabajo, definida para mantener la rentabilidad, descansa en la vinculación del hombre al área y a los resultados, y en diversificación de los cultivos, lo cual siempre garantiza producción, venta y salario.
Allí cuentan con un programa de inversiones que abarca la necesaria infraestructura socio-administrativa, con énfasis en el mejoramiento de las condiciones de trabajo y otras iniciativas para la modernización agropecuaria a favor de la seguridad y soberanía alimentaria, con el respaldo del Proyecto Palma.
Dos sistemas de riego eléctrico benefician las más de 140 hectáreas, el total de su patrimonio, cultivado con el abasto de agua del Río Cauto, que contribuye en tiempos normales a rendimientos estables en áreas productivas y otras dedicadas a obtener semillas.
Sobresale el hecho de que prácticamente tienen sus terrenos libres de marabú y más de 90 por ciento en plena explotación.
La “Ángel Fernández” es un ejemplo de lo que puede aportar el espíritu emprendedor de quienes asumen la decisiva tarea de producir alimentos, de ahí que exhiba los más altos reconocimientos de la sociedad.