Un hombre de inventivas

Share Button
Por Leslie Anlly Estrada Guilarte | 22 octubre, 2015 |
1
Onel Núñez Rodríguez
FOTO / Rafael Martínez Arias

A partir de las 7:00 am y hasta las 4: 30 pm, en ocasiones también de noche, los hombres y mujeres de la Unidad Empresarial de Base Incobay, en Bayamo, se empeñan por la eficiencia en sus elaboraciones, aunque para lograrlo la tecnología requiera de óptimas condiciones.
El Buró de la Asociación de innovadores y racionalizadores asegura allí que, aún sin garantía de piezas de repuesto, los equipos se mantengan en funcionamiento. Muchos de sus integrantes ostentan la condición 8 de Octubre, por sus aportes en ese sentido.

El ingeniero eléctrico Onel Núñez Rodríguez es un anirista que no solo se dedica a investigar en el campo de sus estudios, sino que como él mismo afirmó “la vida te enseña y obliga” a aprender de otros temas.

Por eso, incursiona también en la parte mecánica de los equipos y son varias las contribuciones realizadas, junto a otros compañeros.

“Recientemente, pusimos en funcionamiento una embutidora con sistema hidráulico, el motor de la anterior se quemó y no aparecía el alambre específico para enrollarla, y por eso, cambiamos de procedimiento a partir de la adaptación de un motor a una bomba de aceite. En estos momentos, está en marcha bajo prueba, para regularla si es necesario, pero es la máquina que hoy está haciendo la croqueta.

“A la que procesa la jamonada se le deterioró el motor reductor, cuando la desarmamos nos dimos cuenta que el problema era una volanta de bronce fosfórico, no contábamos con ese metal, entonces disminuimos la pieza, le acoplamos otro tipo de engranaje y ya funciona bien”.

Sobre iniciativas anteriores el especialista agregó que hace unos años los productos de Incobay debían trasladarse al frigorífico porque la nevera estaba parada por falta de un evaporador, que se necesitaba importar con un costo de 18 mil dólares.

“Montamos un sistema de resistencias para que descongelara y lo hicimos trabajar de nuevo. De otros países también había que traer la cuchilla de la máquina para el picadillo, y la fabricamos”, añadió.

Con la voluntad y la inventiva avanzan. La inversión más importante del año en esa industria está a un 90 por ciento de ejecución y es un nuevo laboratorio con equipamiento de alta tecnología, cuyo costo asciende a los 390 mil pesos en moneda nacional, y 84 mil en CUC.

En noviembre tienen previsto la culminación y se podrán hacer allí análisis a los alimentos y otros productos, no solo de esta industria, sino de otras entidades del municipio.

Otras perspectivas están relacionadas con la importación de una máquina para producir picadillo, y una conformadora de hamburguesa; además, se amplía la sala de calderas para montar una nueva.

Onel Núñez es uno de los ejemplos. En ese centro la unión de muchas manos y mente permiten que los principales indicadores se sobrecumplan, ese es su estímulo, y su razón.

Onel Núñez Rodríguez

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  1. Para mi no son logros es como dijo el companero la necesidad te obliga, y todo x falta de gestiones de nuestro gobierno, realmente da Pena que pasen estas cosas