Hombre, los agradecidos te acompañan / Como anhelaremos tus hazañas/ Ni la muerte cree que se apoderó de ti, así refieren versos de la canción Cabalgando con Fidel, que muchos entonan estos días.
Este regalo del cantautor Raúl Torres, al Comandante de la Revolución cubana, nacido del dolor, el estremecimiento, la admiración y el afecto, nos inunda y se torna expresión exacta de los sentimientos de miles de cubanos que han jurado mantener vivo su legado.
Resulta difícil sustraerse de las metáforas, de la hermosa melodía, y el simbolismo que su autor consigue.
Vísperas del estreno público de la canción en la vigilia dedicada al Comandante en Jefe en Bayamo, La Demajagua Digital conversó con el prestigioso compositor que, como pocos, combina la música y la poesía.
Después que conoció sobre la muerte de Fidel, la noche del 25 de noviembre, no pudo dormir.
“Allí mismo comenzó mi vigilia, pensé en los momentos significativos de mi vida, en los momentos que lo tuve cerca y disfruté de su presencia. Pensé en su legado, en esa fuerza que transmite.
“Fidel me dejó sobre todo una actitud ante la vida, una actitud de compromiso, que me hará y me hace escribir canciones; ese afán de dejar atrás un mundo mejor”.
A los cubanos nos resulta difícil pensar que ya no está físicamente, la mayoría ha crecido junto a él unido a sus hazañas, como expresa el referido texto.
“Fidel para nosotros es eterno. Lo tuvimos físicamente, lo tenemos ahora espiritualmente. Está ahí, así como Olofi y Jesucristo.
“Yo lo veo cabalgando hacia el futuro, dejándonos un tesoro que tenemos que saber cuidar, yo lo siento constantemente preocupado por su Cuba amada, por ver esa Cuba mejor”, asegura el compositor.
En esta oportunidad Bayamo lo escogió para participar en el homenaje al guerrero invicto.
“Me parece significativo, porque Fidel muere el 25 de noviembre, fecha en que salen de Tuxpan, México, en 1956, y el 2 de diciembre llega el Granma a estas tierras. Es mágico, es hoy, cuando tengo que cantarla aquí, para todo el país.
“Eso, tiene mucho de Fidel, de Olofi, de Jesucristo, de los orishas, y de los héroes, esos seres halados que le estaban esperando, como dice la canción”, aseveró.
En su obra confluyen otras temáticas. Él no se considera un autor que le canta a personalidades de la política, sino a seres que le impresionan.
“Cuando alguien me conmueve o irradia algo positivo me inspiro, me dejo llevar por las emociones, a mí me emocionan las personas.
“No es la primera vez que le hago una pieza a grandes figuras de nuestro país. Pero no creo que escriba otra como esta. Ese ciclo se cerró aquí, no creo poder superarme”.
En la conversación le comento que yo, en medio de la tristeza por la noticia pensé, ‘Raúl Torres, tiene que componer una canción como la de Chávez’.
“No fuiste la única -me aseguró-, la gente estaba esperando una respuesta mía, pero de forma negativa, muchos se preguntaban si escribiría algo y por su puesto que sí, mi cometido en la vida es ese.
“Yo no dormí esa noche, consternado por lo que estaba viviendo comencé a escribir, brotaron los versos; entre las 6:00 y las 7:00 de la mañana la tenía lista. Se la canté a un amigo en el Ministerio de Cultura y le gustó”, explicó.
Luego él no descansó, comenzó un trabajo intenso. Fue grabada en los Estudios Abdala y participaron el maestro Pancho Amat en los arreglos; Yasek Manzano en la trompeta; la Orquesta Sinfónica Nacional, en el acompañamiento, y le dieron voz el propio Raúl, Eduardo Sosa, Luna Manzanares y Annie Garcés.
Hoy, recorre todo el país, desborda los sentimientos, y traduce lo que muchos anhelamos expresar. Sin dudas, perdurará en el tiempo, aunque su autor se muestre sorprendido.
“En muy poco tiempo salió y me va impresionando cada día más, esa canción no es mía, desde que la canté por primera vez es del pueblo, por eso se diseminó”.