Una jornada irrepetible (+ audio)

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Por María Valerino San Pedro | 24 febrero, 2019 |
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Este 24 de febrero amaneció mucho antes para la pequeña de solo siete años de edad. Su corazoncito palpitando aceleradamente la despertó antes de clarear, porque “estoy emocionada”.

Para Lynet Mustelier Álvarez es su primera vez en la importante misión de custodiar las urnas, y lo hace vestida con su uniforme rojo y blanco y su pañoleta de pionera de segundo grado al cuello, así, con las manos libres para llevarlas a la frente antes de decir VOTÓ, al ser depositada cada boleta.

Ella y otros pioneros de primaria y secundaria básica de su área de residencia en el reparto Nuevo Bayamo, del municipio de igual nombre, se mantienen firmes en la tarea encomendada, porque aún con la inocencia de sus pocos años de existencia, están convencidos de que son parte de un acontecimiento trascendental para el país, e irrepetible para ellos, la aprobación de la nueva Carta Magna.

Hoy en ese Colegio electoral, el número 2 de la zona 4, circunscripción 76, hay rostros lozanos, que asumieron con responsabilidad esa encomienda: Yolaida y Yolennis Pupo Macía, Yumicel Fernández Martí y Luis Felipe Cárdenas, pero se sienten motivados por el ejemplo de dos compañeras fundadoras de esa actividad, Rebeca Brull Ramírez y María Santiesteban Castro, ambas del CDR 17, ellas fueron de las primeras en dar el SI.

Rebeca Brull Ramírez, jubilada del sector de la Cultura y secretaria ejecutiva de la Sociedad Cultural José Martí, se considera privilegiada, pues el Referendo por la Constitución de 1976 en la zona tuvo por sede su casa, y sus padres fueron la Presidenta y el Secretario de aquella primera Mesa electoral.

“Ya en las elecciones posteriores para delegados del Poder Popular continuó mi familia en esos menesteres y yo era Vocal, era un solo Colegio para todo el reparto Nuevo Bayamo, más adelante se amplió a tres, y yo pasé a ser Presidenta de uno de ellos.

“Para mí fue toda una escuela, recibíamos, como sucede hoy aún, el apoyo del barrio, de la comunidad, con café, refresco, frutas…Disfruté mucho a los niños, para ellos ha sido una fiesta, madrugaban, discutían por ser los primeros en custodiar las urnas.

“El sistema de votación de Cuba es único en el mundo, es un proceso no solamente democrático, qué decir de la participación de los niños y de que los votos se contabilizan abiertamente, delante de los electores, sin secretos. Que más podemos pedir de una Constitución elaborada entre todos, con la participación del pueblo”.

María Santiesteban Castro, por su parte, explica que fue elegida para esa labor por la población en una reunión, luego recibió seminarios, “y a trabajar con amor e intensidad hasta que dimos paso a los más jóvenes.

“No hay militares, sino los organismos de masas que nos apoyan en esa actividad y los pioneros para custodiar las urnas. Fue una experiencia muy bonita, constaté la participación masiva del pueblo, el respeto de los vecinos a la Mesa electoral”.

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