Una juventud que no cambia

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Por Osviel Castro Medel | 4 abril, 2020 |
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FOTO/ Tomada de Juventud Rebelde

Era, a los 17 años, el Comandante más joven de la Revolución; pero también el que mayor número de cicatrices tenía en el cuerpo. Había recibido varios disparos en el combate de El Hombrito (agosto de 1957), del que sobrevivió milagrosamente.

Por si no fuera poco,  resultó impactado por un proyectil durante la toma de Fomento (diciembre de 1958). La bala le atravesó la garganta, luego de quebrarle la clavícula y el maxilar, y si logró después “hacer el cuento” se debió a su fortaleza física.

Ese oficial imberbe se llamaba Joel Iglesias Leyva y viene ahora a estas páginas porque su hermosa historia  está ligada a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), que este 4 de abril cumple 58 años.

Él, con apenas 21 abriles, tuvo el honor de ser el primero en Cuba en liderar  la organización (1962-1963); antes, desde 1960, había dirigido la precursora Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), en una época en que la vanguardia de los pinos nuevos debía asumir tareas de construcción, limpieza o reforestación, además de pasar la experiencia de fuego: subir cinco veces el Pico Turquino.

Así, curtida por batallas y pruebas, con el impulso decisivo de Ernesto Guevara de la Serna, surgió la UJC, cuyo emblema inicial –con las imágenes de Camilo y Mella- se estrenó en 1962, durante la clausura del I Congreso de la AJR. La figura del inmortal Che se añadiría  seis años después.

Desde esa época, la Juventud emprendió un largo viaje que la llevó a los pupitres de zonas intrincadas, la inmensidad de los campos de caña, el rigor de nuevas fábricas, solidarias misiones del otro lado del océano o múltiples escenarios vitales para la nación.

Acaso el mayor examen ideológico sobrevino con la repentina irrupción del Período Especial en tiempos de paz, que aplastó la economía del país y volvió a poner en alto la genialidad del Comandante en Jefe.

FOTO/ Rafael Martínez

Luis Rafael Virelles Barreda, hoy dirigente de la Empresa de Productos Lácteos Bayamo y quien fue primer secretario de la UJC en Granma (1993-1996), recuerda las tremendas limitaciones de aquella etapa, que forzaron al uso masivo de la bicicleta o que llevaron a alternativas novedosas, como el empleo de los hogares de los capitalinos para hospedar a  los delegados al VI Congreso de la organización (1992).

 

Es difícil encontrar otra empresa que tenga dos delegados al Congreso de la UJC. El compañero Jesús Castro González,…

Publicada por Luis Rafael Virelles Barreda en Lunes, 9 de marzo de 2020

 

“Estuvo entre las etapas brillantes de la Juventud porque elevó la creatividad de los cuadros. Nunca olvidaré que el 31 de diciembre de 1993 lo pasamos en el Pico Turquino con jóvenes de toda Cuba, Juan Contino era el primer secretario del Comité Nacional, subimos por Granma y bajamos por Santiago y el Primero de Enero por la noche nos vimos con Fidel en Santiago después de la ceremonia de la bandera en el parque Céspedes”, rememora.

También evoca las 12 300 hectáreas sembradas en 1994 en trabajos voluntarios, muchos de estos liderados por la UJC. O el espectacular concierto preparado por la organización con las actuaciones de la Original de Manzanillo, el Grupo Moncada, Cándido Fabré, Expreso Oriente y Tempestad Latina. Tuvo lugar el 4 de abril de ese año en la Plaza de la Patria, de Bayamo.  “Comenzó a las siete de la noche y terminó a las cinco de la mañana del día siguiente”, comenta.

Otra época dorada para la organización fue la Batalla de Ideas, iniciada en 1999 para que el niño Elián González, secuestrado en Estados Unidos, regresara a su casa.  Desfiles, tribunas abiertas y la puesta en marcha de más de 100 programas sociales marcaron esa contienda, en la cual la juventud devino protagonista.

Tampoco podemos borrar de la memoria los sonados festivales mundiales de la Juventud y los Estudiantes de 1978 y 1997, celebrados en la capital cubana. El primero abrió este tipo de eventos en América Latina y reunió a 18 mil 500 jóvenes de 145 naciones; en tanto el segundo convocó a 12 mil 325 delegados de 132 países.

Si tales períodos fueron trascendentales, no menos importante es el de ahora, en el que los más nuevos son asediados como nunca por incitaciones y mensajes venidos del Norte y otros puntos cardinales.

“Tenemos el reto de informarnos al máximo, de emplear las nuevas tecnologías y las redes sociales con mucha inteligencia, sin caer en trampas, buscando la verdad de cada mensaje, como nos enseñaron Fidel y el Che y como ahora nos alienta nuestro presidente, Miguel Díaz-Canel”, dice Dilberto Manuel González, primer secretario del Comité provincial de la UJC en Granma.

Para él, es una ficción la célebre frase de la juventud perdida,  solo “hay que encaminarla”. Claro, tampoco resulta tan simple.

Sus palabras se enlazan con un concepto manejado por el legendario Joel Iglesias, fallecido hace nueve años: “Los jóvenes de ahora tienen otras tareas, otras misiones que cumplir. Ellos tienen tanta gloria (…) como la tuvieron aquellos muchachos que casi niños empuñaron un fusil, subieron varias veces el Pico Turquino o defendieron nuestra soberanía en Playa Girón. Los tiempos cambian, pero la juventud no”.

 

Los jóvenes Granmenses seguimos en combate, en este 58 Aniversario, Felicidades a todos los jóvenes cubanos. Felicidades #SomosCuba #SomisContinuidad #Jovenespor la Salud

Publicada por Adriana Aguilera en Sábado, 4 de abril de 2020

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