Una maestra en la mesa electoral

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Por Geidis Arias Peña | 24 febrero, 2019 |
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FOTO Rafael Martínez Arias

Los ojos se le enrojecen y brotan lágrimas por  el orgullo de saberse útil, porque es, a su manera, lo menos que puede hacer ante la felicidad que respira. Esa que tantas veces Isabel Fernández del Valle añoró de niña en su natal Río Cauto y hoy agarra confiada como un derecho no solo de ella sino de todos los cubanos.

Fernández del Valle se siente segura de que nadie le arrebatará el pizarrón en el cual hace 50 años enseña Matemática, Español, Historia,… porque en la nueva Carta Magna, la Educación se ratifica como un derecho de todos.

“¿Qué hubiera sido de mí, con las posibilidades mínimas de estudio, si  no existiera la Revolución? No hubiera sido nadie”, dice.

El diálogo permite hojear el currículo en el que se desafía a sí misma: con un matrimonio de 50 años, tres hijos, la docencia, militante del Partido, autoridad gubernamental, responsabilidad en los Comités de Defensa de la Revolución…

Dentro de ese archivo memorable, atesora ser presidenta de la mesa electoral número tres, de la circunscripción 109, del consejo popular Francisco Vicente Aguilera, de Bayamo, donde reside hace varias décadas.

“Resulta un lugar decoroso en la sociedad, es confianza que me da la Revolución de poder desempeñar este cargo, y enseñar a los jóvenes, porque en cada elección se defiende  la moral de Cuba.

“Desde el año 1970, embarazada de mi hijo mayor, fui jefa de 22 enumeradores en el Censo de población y vivienda, después vino la primera reforma electoral en 1976 y desde entonces me desempeño como presidenta de una mesa electoral”, comenta.

Este domingo, tendrá, una vez más, la responsabilidad de dirigir el proceso a partir de una explicación oportuna y certera, no teme al desencuentro con el desconocimiento y la difamación de quienes no apuestan por el destino de este país.

“No imponemos nada a nadie, ni ideario ni voto, pues el voto es voluntario y secreto, algo que el pueblo hace por su conciencia”, refiere.

Estas son jornadas que también aprovecha para enseñar fuera de los salones protocolares y les explica a los pioneros que antes cuidaban las urnas los guardias de la tiranía, se las robaban, y cambiaban las boletas, así salía electo los de sus intereses y no los del pueblo.

Por otra parte, considera que en la actualidad son  imprescindibles cambios en la Constitución, porque había aspectos económicos y sociales del país que no estaban recogidos, ejemplo, el trabajo por cuenta propia.

“Pero en ningún momento la Ley de leyes se ha apartado del ideario martiano”, destaca como una de las fortalezas del documento la defensa de lo planteado en el Programa del Moncada, escrito por Fidel.

“La Constitución beneficia al niño, a la mujer, a los ancianos,… y los artículos se corresponden con la expresión del Apóstol, Con todos y para el bien de todos”, resalta.

“Lo de menos es el sacrifico. Yo sí soy de la gente que coge lucha, cuando me dan una tarea, la hago bien. Estos momentos son decisivos. Esperamos que todo el pueblo de el Sí”, recalca.

“No me tocó alzarme en la Sierra Maestra, por ser una niña, no fui brigadista  pues contaba con  solo 10 años, pero yo  estaba dispuesta a incorporarme a la Campaña de Alfabetización; lo único que siento es tener 67 años, y no 20 menos, para seguir en Educación”, concluye.

 

 

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