Cuando salí a buscar información sobre el histórico desempeño del voleibol femenino de Granma en la última Liga nacional (LN), tropecé con Dulién Blanco Soto y un grupo de jovencitas dispuestas a revivir aquí el deporte de la malla alta.
En aquel momento, comencé a comprender el porqué de la medalla de plata que alcanzaron sus alumnas y también quedé sorprendido con el serio trabajo que, desde hace algunos años, realiza la escasa fuerza técnica en la provincia.
Durante el diálogo con Blanco Soto, entrenador de la referida selección, afloraron algunas figuras y el promisorio futuro que muchos le auguran; pero -como vista hace fe- necesitaba ver con mis propios ojos.
Entonces, partí a encontrarme con Thainalién Castillo Leyva, quinceañera que roba elogios y gana admiradores en cuanta instalación se presenta, como sucedió esta semana, en la sala 19 de Mayo, de Jiguaní, sede del torneo clasificatorio oriental de los 54 Juegos nacionales escolares (JNE).
Tremendo privilegio para quienes disfrutaron de la aptitud que muestra sobre la cancha, su potente servicio con salto y su endemoniada fuerza en el ataque, tanto cerca de la red como desde la zona zaguera, apenas unos días después de regresar de la Escuela nacional, en La Habana.
De hecho, Castillo Leyva guía el accionar del equipo granmense, que -al cierre de esta edición- intentaba conservar el invicto en su quinta salida y, de paso, acuñar el avance a la final de los JNE, cuando enfrentaba al conjunto de Holguín, uno de sus tres víctimas durante la fase de grupos.
“Estamos luchando por un boleto y estoy preparada para que la provincia obtenga un buen resultado”, comentó Thainalién, quien mereció la distinción de mejor novata en la LN y se entrena en la capital bajo las órdenes de Regla Torres, una de las Morenas del Caribe que encumbró al voleibol femenino cubano.
Además, la bayamesa aportó 32 puntos en la victoria 3×0 (25-11; 25-13 y 25-17) sobre Guantánamo, al ponerse en marcha -este jueves- la segunda etapa de cuatro contendientes, de donde saldrán los tres clasificados.
De esa manera, redondeaba un total de 115 unidades, para consolidarse líder anotadora del certamen, que concluye hoy con el duelo entre granmenses y santiagueras.
Y si las espectaculares Morenas dieron prestigio al movimiento atlético cubano -con tres coronas olímpicas consecutivas y dos campeonatos mundiales en la última década del siglo XX, entre otras conquistas- qué decir de los predios jiguaniseros, uno de los territorios por donde comenzó a fraguarse la rica historia del voleibol antillano.
De aquellos lares, además de atletas reconocidos, emergieron varias personalidades que también ayudaron a arraigar la disciplina, como árbitros, jueces y anotadores, tradición que valdría la pena transmitir a la más joven generación de voleibolistas granmenses.