La Comisión Nacional de Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial del Ministerio cubano de Cultura entregó en marzo de este año el expediente de las Parrandas de la Región Central del país a la Unesco, informó el especialista.
Lara explicó que desde 2016 se realizaron talleres, a los cuales asistieron participantes de las parrandas acompañados por los decisores y la comunidad académica.
Las parrandas son un fenómeno netamente popular reconocido por diversas comunidades y una necesidad vital de tipo familiar, social y comunitario para cada uno de sus habitantes, comentó.
Agregó que las mismas constituyen una expresión del Patrimonio Cultural auténtico cubano y son únicas por su lucidez, dinamismo, diversidad temática y etnodemogáfica, oficios y elementos identitarios.
Acorde con el funcionario, las parrandas de la región central de Cuba facilitan el sentido de continuidad en las nuevas generaciones, poseen un sentido de colectividad e inclusión y mantienen viva una tradición de más de dos siglos.
La Unesco inscribió este miércoles también otras manifestaciones como el arte de construir muros en piedra seca, tradicional en zonas rurales de ocho países europeos como España y Francia; así como la lucha tradicional coreana ‘ssirum/ssireum’.
La lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad reúne 399 tradiciones y conocimientos protegidos por el organismo de la ONU y 52 elementos más cuya supervivencia se considera amenazada, a la que se suman las candidaturas evaluadas.