MANZANILLO.- Si en este costero municipio de la oriental provincia cubana de Granma existen días esperados con añoranza suprema son las jornadas del carnaval que en el actual año acontecen hasta mañana domingo.

Tradición, cultura, música, bebida, comidas y las más inimaginables ocurrencias hacen de esta fiesta una de las más emblemáticas de Cuba y según los especialistas del tema está junto a las mejores de la Isla, Camagüey y Santiago de Cuba.

El carnaval manzanillero encierra una historia de más de un siglo y su realización convoca no solo a lugareños, también se dan cita por aquí visitantes cubanos y extranjeros, quienes ahorran para venir de año en año a finales de agosto.

Bautizado por el colega Pedro Vera Portales como el Rumbón Mayor, el carnaval es una fiesta de pueblo que tiene sus orígenes en las fiestas del San Joaquín, pues fue precisamente el chino Joaquín Chang el que esperaba su santo patrón el 15 y 16 de agosto.

El máster en ciencias José Antonio Matilla Vázquez, director de la Oficina de Patrimonio y Sitios Históricos de Manzanillo rememora que “aquello era una gran fiesta alrededor del parque Carlos Manuel de Céspedes donde participaban personas de todas las edades.”

“Aquello era un gran acontecimiento que disfrutaba toda la familia. Junto al carnaval manzanillero surgieron otras fiestas como el San Acudamos ( acudir, ir), de la comunidad de la Vuelta del Caño y que tenía en las tradiciones campesinas como las corridas de cintas y pelas de gallos, las principales atracciones.”

Matilla Vázquez considera que los actuales carnavales deben sufir una transformación para preservar tradiciones.

“Las comparsas y paseos deben convertirse en verdaderas referencias de los barrios a los cuales representan, focos culturales de las comunidades como tradiciones espontáneas de la alegría de la gente.”

“Es necesario cuidar el paseo de esas unidades artísticas, como también las talúas, muñecones, el cartel anunciador, el tema del carnaval, los atractivos de la vestimenta de los comparseros. Creo que es preciso crear una empresa que se dedique a esos menesteres y no las congas salgan cada vez que se precise y no solo en carnavales.”

Si alguien vive como nadie el carnaval manzanillero es el periodista Pedro Vera Portales, el Hombre Noticia en la ciudad del Golfo de Guacanayabo.

Con más de 40 años de experiencia en lides reporteriles, Vera calificó al carnaval como el Rumbón Mayor, y en cada una de sus “entradas” por la emisora manzanillera sella su intervención “hay fiesta en el caserío”, expresión que se extiende en la audiencia como reconocimiento popular.

“No hay más nada más importante que hablar del carnaval, porque es la fiesta más grande que se hace en Manzanillo, Tenemos que cuidar la tradición, como lo más importante.”

“Germán Pinelli me dijo en una ocasión que estos eran los mejores carnavales de Cuba y eso tenemos que defenderlo los manzanilleros y manzanilleras.”

“El valor del carnaval es lo autóctono: son las talúas, los muñecones, las comparsas y paseos, el carrito de la “salá” y el cartel, pero también la cerveza, la comida y la alegría de la gente.”

“Debemos rescatar el verdadero sogón y que no se convierta en mero pronunciamiento: la conga tocando dentro de una soga gigante en la que bailabas las personas.”

El Rumbón Mayor es fiesta que enorgullece a un pueblo como el manzanillero. Se vive, se goza y disfruta a plenitud. Conservar las tradiciones y cultura depende de todos para que continúe trascendiendo como uno de los mejores de Cuba.