El valor de la historia

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Por Yelandi Milanés Guardia | 12 octubre, 2017 |
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Las bibliotecas atesoran grandes conocimientos de historia FOTO/ Luis Carlos Palacios

En estos días realicé diversos trabajos de corte histórico y, al hacerlos, encontré su  maravilloso valor, porque detrás de cada información, crónica, entrevista, reportaje o artículo de ese tema, se efectúa toda una investigación.

Y en ese indagar precisamente está lo atractivo, pues debes sumirte en la búsqueda de datos, figuras y sucesos que acrecientan el interés por conocer el pasado y, en ocasiones, vivirlo como si estuvieras en ese momento crucial de un país o la humanidad.

Hago esta reflexión sin el más mínimo alarde, sino con la intención de inspirar a otros, aunque no sean periodistas, a emplear y dar buen uso a las herramientas y recursos existentes, los cuales sirven para conocer  más de la historia de su nación y del mundo.

Leer un hecho resulta más interesante que escucharlo en boca de otros, porque al indagar en las páginas desarrollas la imaginación y te remontas a tiempos pretéritos.

Otra ventaja radica en que descubres tus raíces y cuáles fueron las causas del momento presente.

A veces me duele escuchar a adultos y jóvenes hablar equivocadamente de un acontecimiento o una figura, en la mayoría de los casos sucede por no consultar la bibliografía o leer muy poco al respecto.

En la era de internet, la plataforma digital constituye una herramienta muy útil, puesto que puedes encontrar todo, o casi todo de un tema escrito por especialistas.

¿Por qué no aprovechar las ventajas de los tiempos modernos?

Complementemos el conocimiento contenido en los libros y la red de redes para incorporarlo a nuestra cultura, así sabremos quiénes somos y de dónde venimos.

La relevancia de adentrarnos en el pasado también está en no olvidar sus enseñanzas, pues quien lo hace corre el riesgo de repetir los errores.

Mi mayor anhelo es sumar a muchos a la indagación para que hablar de historia sea algo muy natural y frecuente, sobre todo en las nuevas generaciones, las cuales hoy colman las aulas y necesitan saber cuánto sacrificio y sangre costó una Cuba libre, para que estén preparados a mantenerla y defenderla bajo cualquier circunstancia.

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