Según las denuncias y resultados de las investigaciones encaminadas por el Fiscal General, Tareck William Saab, por orientación de Maduro, la corrupción fue mucho más allá de ser una componenda con fines de lucro, a poco estuvo de hacer colapsar la nación.
Comentaristas indican que la trama afectó los procesos medulares de Pdvsa, al punto de comprometer la estabilidad de los activos nacionales y con signos claros de ser diseñada para hacer caer a la petrolera y al país, un objetivo en el pensamiento de la Casa Blanca, los halcones y las transnacionales estadounidenses desde hace más de 18 años.
Las detenciones de Eulogio Del Pino y Nelson Martínez, máximos responsables en la presidencia de la estatal petrolera y en el Ministerio de Petróleo en los últimos años, ocurrió luego de hallazgos sólidos que los involucran en una trama de corrupción e intervención con propósitos de paralización de los procesos operativos de la empresa, según la fiscalía.
La obligación del Gobierno venezolano de reordenar la amenazada primera industria del país llevó a las autoridades a la acción más formidable en la lucha contra la corrupción y el sabotaje, jamás conocida en la historia de Venezuela.
Las detenciones de Del Pino y Martínez ocurren en un marco de aprehensiones de 16 altos mandos gerenciales y directivos, incluyendo gerentes de primera línea. Nada parecido había ocurrido en 100 años de industria petrolera nacional, precisó un informe de Misión Verdad.
En América Latina casos parecidos solo ocurrieron en dos oportunidades en los últimos tres años. Petrobras, que perdió el 85 por ciento de su valor desde 2008 hasta el presente mediante operaciones de corrupción interna y fuga planificada y masiva de capitales que colocaron a esta empresa a las puertas de su privatización.
También la mexicana Pemex, desmembrada en sus procesos operativos y que entregó sus operaciones y yacimientos a transnacionales, principalmente estadounidenses, concretando una pérdida enorme de soberanía para México.
El caso de Citgo, la filial de Pdvsa en Estados Unidos, tiene doble relevancia, no solo se intentó colocarla en manos de capitales buitre, también se señala a los responsables por vender información clave a los estadounidenses propiciando un asalto sobre los activos venezolanos.
En las últimas semanas la mirada del Ministerio Público señaló a Rafael Ramírez, ex embajador en Naciones Unidas, a quien se acusa de presunta complicidad en este caso que aun tiene muchas cartas por virar.
Según la investigación en la trama de la banca catalana Andora está involucrado el alto funcionario, quien también por años fungió como máximo directivo de Pdvsa.
‘Hemos decidido abrir una investigación penal al ciudadano Rafael Ramírez, ex ministro de Petróleo y expresidente de Pdvsa, porque en uno de los documentos conseguidos, Diego Salazar (primo hermano de Ramírez) lo señala directamente’ en operaciones de de compra-venta de petróleo por un saldo de 4 200 millones de euros blanqueados. (Tomado de Semanario Orbe)