El sistema de la Gastronomía, el comercio y los servicios en Granma encaminan hoy sus proyectos inversionistas a la modernización de las instalaciones más emblemáticas para elevar los estándares de confort, calidad y multiplicidad de ofertas, refiere el colega Roberto Mesa Matos, a propósito de las recientes obras en Manzanillo.
En el año 2018 este rotativo publicó el reportaje Gastronomía granmense rumbo al reposicionamiento, donde avizoraba la destrucción de la Villa Mirador y exponía en primera instancia, la necesidad de revertir las negativas huellas ocasionadas por el tiempo y la falta de trabajos de reanimación en el sector gastronómico.
Hoy la Villa Mirador de Guisa, sigue siendo presa del deterioro y en espera de una pronta reparación. Es lastimoso percibir como se pierden lentamente sus instalaciones tan demandadas por la población.
La actual compleja situación incluso pone en peligro a los clientes, el techo de uno de sus balcones está apuntalado y las áreas de las cantinas hace más de un año se encuentran bajo agua, sol y sereno, ya que una tormenta local derrumbó parte de la cubierta, acelerando el deterioro del inmueble.
En la carpeta, de obligada visita, la ausencia de confort es abrumadora, techo y falso-techo se caen a pedazos; mientras al conversar con choferes comentan el mal estado del tramo inicial de la vía hacia el referido lugar.
Ubicado este centro en una bella e histórica elevación, entre tupida vegetación y picachos, donde la familia puede regocijarse y pasar un excelente fin de semana, la realidad es otra con el sistema alojamiento casi inhabilitado.
El plan de remozamiento en unidades gastronómicas guiseras en el año 2018 incluía la citada unidad, con la intervención de la Empresa Forestal y otras bases locales, lo triste es que quienes iniciaron el trabajo eternizan su terminación.
La Villa Mirador es de esos sitios de obligada visita para el sano esparcimiento en Guisa y toda la provincia. Un excelente colectivo de trabajadores y directivos lo mantienen vivo con lo poco que queda y consolidan más su prestigio con un servicio de excelencia que invita al regreso.
Ante tal circunstancia no podemos permitir que la Villa Mirador se pierda, debemos de encontrar una solución inmediata, revisar el proyecto inversionista a la modernización de las instalaciones más emblemáticas del territorio, entonces sí, se elevarán los estándares de confort, calidad y los granmenses, todos, agradecerán que la Villa Mirador levante su vuelo entre el bello paisaje serrano como un ave fénix.
Siempre fue uno de mis lugares favorito, recordando mi infancia durante su construcción y siempre que visitó mi terruño miró a través de la azotea de mi antigua casa como el deterioro y la indolencia de los cuadros del gobierno ven caer a pedazo tan emblemático lugar que en su época muchas personas del municipio y de otros lugares disfrutaban del bello lugar. Y que decir de sus confortables cabañas intrincadas entre el hermoso verdor. Dios permita y su gobierno de restablecer lo hermoso del paisaje. Indolentes
Aquí para hablar en blanco y negro no impera otra razón que no sea la pasividad y la morosidad, que al decir del Guerrillero Heroico Ernesto Ché Guevara es el inicio de la derrota. Sólo queda sentido de pertenencia para que no no se acabe de derrumbar este centro recreativo que el pueblo cubano anela.
Es realmente lamentable. Ya no se puede ir y mucho menos llevar una visita como se hacia antes. Las instalaciones totalmente destruidas y los servicios desastrosos en restaurant y bares. Este desastre inicio hace varios annos cuando se arrendo la terraza y predomino la poca cultura en las ofertas, el regueton se adueno de aquello y el restaurant con pocas ofertas, muchas veces sin combustible para cocinar y una plantilla de personas sobredimensionada para un mal servicio. Muy diferente el Jardin Botanico donde puedes ir sin la preocupacion salir mal atendido. ¿ Por que tanta diferencia entre dos instalaciines de la misma empresa?