La agricultura ha recibido el vigoroso impulso de la juventud desde el mismo triunfo de la Revolución cubana en enero de 1959.
Lo mismo como parte de la formación de la tropa bisoña en el servicio militar, después en el perfeccionamiento que creó el 3 de agosto de 1968 la Columna Juvenil del Centenario, devenida Ejército Juvenil del Trabajo el 3 de agosto de 1973 cuando se fusionaron la Columna Juvenil del Centenario y unidades militares dedicadas a la producción para crear el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) que tantas glorias productivas obtuviera y aún cosecha.
Dos ejemplos contundentes son las emblemáticas zafras de las décadas de los años 60 y 70 del pasado siglo en las llanuras camagüeyanas y el esfuerzo colosal en el rescate y repoblación cafetalera cacaotera y maderable en las montañas de Oriente.
Hoy ante los retos que impone la cotidianidad las entidades agrícolas y cañeras del país vuelven la mirada a los jóvenes, y ahora como ayer, tampoco fueron defraudadas.
También la Asociación de Técnicos Azucareros de Cuba (Atac) apuesta por la mocedad para revitalizar la primera industria criolla pues chicas u chicos son una cantera inextinguible de posibilidades, con el acompañamiento de los técnicos más experimentados.
En todo ese devenir resulta muy significativa la constitución en Granma de cinco colectivos juveniles de zafra bajo el nombre genérico Aniversario 59 del triunfo de la Revolución.
Ya abanderados bajo el manto de la enseña de la estrella solitaria están brindando su aporte en la contienda cañero-azucarera ya de reciente estreno en unidades empresariales de base tanto agrícolas como fabriles.
Es oportuno mirar en presente y en retrospectiva el valioso aporte de la Unión de Jóvenes Comunistas al Grupo azucarero Azcuba como antes lo hizo con la Asociación nacional de Agricultores Pequeños y el sistema de la agricultura.
Esta vinculación con las tareas de la zafra responde a uno de los más relevantes acuerdos del organismo juvenil en su décimo congreso en pos del desarrollo de la economía cubana.
También es parte del movimiento telúrico impulsado por la UJC y el Partido Comunista de Cuba como apoyo político a la zafra, pero la cuestión no queda solo en las intenciones sino que implementa la capacitación profesional, la búsqueda de soluciones a problemas que puedan afectar el desempeño de los procesos productivos, siempre bajo la guía de la ciencia y la técnica y en eso es primordial la labor de la Atac.
La juventud, dará el necesario impulso a la zafra como siempre que se le convoca a una tarea medular.
La juventud es un eslabón importante en todas las esferas y su aporte es aún más necesario en este sector
Como dijo el Ché”La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud” y hay que apostar por ella en todas las tareas, impulsemos su accionar y estimulemos resultados.
Los jóvenes cubanos siempre daremos un paso al frente en cualquier situación, nuestra presencia ha sido crucial en todas las etapas de nuestra Revolución, como en aquel entonces en que todo comenzó, renovamos nuestro compromiso y decimos: Presente!!!
En la UEB CA 30 de Noviembre de Artemisa también fue abanderado un turno juvenil que se denominó Otto Parellada.
Es muy importante y necesario vincular a los jóvenes a todas estas labores, pues son quienes garantizarán el futuro!
La Juventud siempre presente a la vanguardia de las tareas y como impulsora de todas las labores incluyendo la zafra azucarera, la inserción en la ciencia y la técnica, en la ATAC, BTJ y en todos los movimientos que se realizan en las Unidades y Empresas.