Un joven camina por las calles, disfruta del ambiente, respira el aroma fresco de su ciudad y piensa que ha nacido para el magisterio. Justo cuando todo iba en marcha hacia su vida profesional como maestro, llegó el arte a su existencia sin avisar, como una dulce musa.
Cuando se trata de correr tras tu leyenda personal, disfrutar cada segundo la magia de la música y hacer al público feliz tiene que hablarse de Walner Cano, integrante del Coro Profesional de Bayamo, de la provincia cubana de Granma.
Confiesa que cada segundo trascurrido, lo ve como una oportunidad de ser el artista que todos esperan. El escenario es su hogar y vive al máximo cada ensayo y presentación del coro.
Una vez terminados los estudios secundarios, ingresó en la Escuela Pedagógica Rubén Bravo Álvarez de Bayamo. Sin haber concluido sus estudios en la misma, descubrió que tenía aptitudes para ser artista. Walner se introdujo de una manera sutil en el canto lírico.
El joven es tenor alto o contratenor, como resulta más conocido en la sociedad. Los contratenores se distinguen dentro de los registros musicales en el género lírico, pues es muy difícil que un hombre tenga un alcance tan agudo.
Walner ha tenido que enfrentar muchos prejuicios sociales, pues como no es muy común encontrarse con un contratenor las personas que desconocen del tema no dejan de hacer comentarios desagradables, pero su amor por lo que hace es lo que cada día lo hace vestirse, prepararse y presentarse.
Una vez que escogió cambiar el rumbo de su vida, al principio le resultó difícil, pero su familia, que es una de las cosas más importantes para él, siempre lo apoyó para salir adelante, y afirma que si no hubiera sido por sus seres queridos, hubiera sido difícil tomar la decisión.
Dice encontrar su paradigma en seguir a personas como Philippe Jaroussky, el italiano Alessandro Moreschi, Alfred Deller y David Daniels, estos hombres representan para él la máxima expresión de respeto y profesionalismo.
Entre sus obras preferidas a la hora de interpretar se encuentran Perla Marina, Guantanamera, Manisero, Pensamiento, por solo mencionar algunas obras del repertorio cubano, que es su preferido.
Entre sus metas no falta el superarse como cantante profesional. Deleitarse en cada obra de tal manera que se haga la conexión entre su voz y el público, dispuesto a disfrutar del buen arte que ofrece el Coro.