Wilfredo Martínez Ginarte, enraizado en la serranía

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Por Orlando Fombellida Claro | 24 junio, 2016 |
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Wilfredo Martínez GinarteFOTO/Rafael Martínez Arias
Wilfredo Martínez Ginarte   FOTO/Rafael Martínez Arias

Las lomas, con su verdor alegre en tiempo húmedo, cafetales protegidos del sol por búcaros, jobos y otros árboles frondosos, más los centros educacionales en ellas sembrados, son el medio en el cual Wilfredo Martínez Ginarte se siente a gusto, realizado, feliz.

Quizás sea por aquello de que de casta le viene al galgo, pues nació, hace 56 años,  en Los Saos, barrio asentado en las montañas de Guisa, y en él vive.

Wilfredo Martínez se hizo maestro “por vocación profunda”, cuatro décadas atrás. Al graduarse, lo enviaron a dar clases en la zona de Los Números, donde permaneció un lustro.

“De allá –dice- regresé a mi barrio y me asignaron trabajar en diferentes lugares, siempre en las montañas, excepto un curso, que lo hice en el centro de pioneros exploradores Batalla  de Guisa, con un grupo de estudiantes que tenían problemas con el aprendizaje”.

Al crearse el destacamento, devenido contingente, de maestros primarios Sierra Maestra, en julio de 1981, calificado en aquel momento Vanguardia de la educación en Granma, Martínez Ginarte es uno de sus 981 integrantes, cuya principal misión es garantizar no falte educador ni a uno solo de los escolares de la serranía granmense.

En la actualidad, Wilfredo Martínez es director zonal, encargado de atender las escuelas Pedro Batista Fonseca, de Pueblo Nuevo; Francisco Maceo Osorio, de Los Horneros; Clodomira Acosta, de Bejuquero; José Maceo Grajales, de La Granjita; José Antonio Hecheverría Bianchi, de La Majagua, y Manuel Ascunce Domenech, de Los Corrales, distantes varios kilómetros entre sí, y de la ciudad cabecera del municipio de Guisa.

Escuela Pedro Batista Fonseca, de Pueblo Nuevo
La Pedro Batista Fonseca, de Pueblo Nuevo, una de las escuelas dirigidas por Wilfredo Martínez FOTO/ Rafael Martínez Arias

Durante un recorrido por algunos de los centros educacionales mencionados, La Demajagua  dialogó con él.

-¿Cómo atiende las seis escuelas de su zona escolar?

– Al iniciar cada mes hacemos un programa de trabajo, planificamos las necesidades priorizadas a atender en cada escuela, y con los jefes de ciclos y otros compañeros miembros del consejo de dirección de la zona, prevemos en qué momento les llegaremos, independiente de que en ocasiones se presente una necesidad urgente de ir a un lugar, vamos.

-¿Por qué siempre en las montañas?

-Porque nací en ellas y vivir y trabajar en estos lugares –señala con el dedo índice derecho el entorno- me hace dichoso.

Me siento orgulloso de ser maestro. Al empezar a trabajar tenía 15 años y, sinceramente, no pensé que iba a llegar a 40 en Educación y muchos  menos acumular 25 dirigiendo, con evaluación de Muy Bien.

“Es que en el camino uno adquiere experiencia, más motivación. Me siento muy comprometido con la patria, eso me hace estar en esta tarea. La revolución me preparó y por mucho que yo haga, me siento en deuda con ella, al punto de pensar que nunca voy a pagar”.

Bernaldino Domínguez Montero, metodólogo provincial de Educación, dijo a este semanario que las escuelas de la zona escolar referida reportan en el curso escolar 2015-2016 satisfactorios resultados en cuando asistencia a clases de maestros y estudiantes, promoción, retención escolar, creación y funcionamiento de proyectos socioproductivos, por ejemplo, de siembra de plantas ornamentales y árboles frutales como la naranja, mandarina y guanábana, en los cuales se refleja la entrega y consagración de Wilfredo Martínez Ginarte.

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