Al anochecer de un domingo reciente, el timbre de mi teléfono –y de todos los residentes en mi hogar, pues me refiero al fijo- sonó insistente y al responder, del otro lado de la línea se escuchó una voz desconocida de mujer, quien dijo llamarse Gretel y dio suficientes pistas para verificar que no mentía en cuanto a su nombre.
El primer día de la semana y a la hora en que el canal Multivisión transmite el filme Buenas noches y buena suerte, sobre periodismo investigativo, basado en hechos reales, se contesta sin entusiasmo.
Pero al añadir la autora de la llamada que es lectora habitual del semanario La Demajagua, se le dice con total disposición: ¿dígame usted, en qué puedo ayudarla?
Gretel refirió tener una niña de dos años a quien llevó a un cumpleaños infantil en el cual la música, puesta a volumen de área de carnaval, nada tenía que ver con la de Teresita Fernández, Lidis Lamorú, Liuba María Hevia, el Grupo Moncada, Silvio Rodríguez, que hablan de gatitos, palangana vieja, poner amor a las cosas que son feas, un enanito…
¡“Todo era reguetón”!, y las competencias de bailes promovidas por animadores de la festividad, premiaban a los infantes que más simularan con eróticos y sensuales movimientos de sus cuerpecitos, como émulos de Elvis Presley, lo que decían las canciones, aseguró la atribulada madre.
Gretel hizo constar que no es una cruzada contra el tipo de música mencionada, pues junto al cónyuge la incluye en sus selecciones musicales, pero no la reproducen en presencia de la pequeña.
Respecto a lo narrado, el lector –o lectora, claro está- puede decir, con toda razón, que si a Gretel no le agradó cómo los anfitriones hicieron la fiesta a la que fue invitada su hija, simplemente debió marcharse, aunque la pequeña protagonizara tremenda perreta.
Pero su preocupación es justificada, al punto de que lo presenciado por ella está reflejado en un spot de la televisión cubana, en el que esa simpática actriz vernácula, Aurora Basnuevo (Estelbina, La Mulatísima), pregunta ¿y cómo quedo yo?
A diferencia de Gretel, que pudo optar por marcharse de la celebración, una colega, también madre, no puede evitar que a la casa en la que reside entren a todas horas las canciones de un conejo malo (Bad Bunny), reproducidas por un vecino.
Ahora la comunicadora en cuestión rechaza a los conejos, que ninguna culpa tienen, hasta en muñequitos.
La música, si es la adecuada según las edades de los niños, contribuye a su desarrollo, por cuanto, se plantea, mejora la capacidad de memoria, de atención y de concentración.
En un foro en Internet sobre ¿qué tipo de música es buena para los niños?, una forista expone: “… diría que casi toda la música, siempre que sea de calidad y esté elegida según el momento adecuado”.
Otra internauta añade: “el pop, aunque tenga una apariencia muy inocente y dulce, es generalmente tan poco apropiado para niños como el rock o el hip-hop, por ejemplo, porque generalmente se tratan los mismos temas, sólo que con un ritmo que engaña. No son pocas las canciones de pop que hablan de sexo o drogas”.
Como dice una vieja película protagonizada por Mario Moreno (Cantinflas) Ahí está el detalle, calidad y momento adecuado.
Una vez más se están viendo y viviendo todo lo que discutimos en el anteproyecto de la constitución, cuando planteamos en el articulo que hablaba de las manifestaciones culturales libres, yo en casi todos los debates que estuve plantee de ponerle coto a esas músicas que todo lo que hablan de sexo, de drogas, que hablan de las mujeres y todo quedó igual, la unica satisfacción que siento es que lo plantee. pienso que el trabajo de Fombe esta bueno, espero que los implicados y todos los que leimos el material tomemos conciencia en cuanto a la educación que le estamos dando a los nuevos pinos.
Estoy muy de acuerdo con esa madre preocupada, yo vivo en una zona rural, tengo un amplificador y una PC, en mi comunidad, soy el único que pone música tanto en centro laborales, actividades sociales, ó familiares, incluyendo las 1 año, yo, soy el primero en orientarle a los familiares de la homenajeado(a), que en mi caso, mientras sea lo correspondiente a la parte cultural infantil, no van a escuchar una canción de reguetón, mucho menos, del reguetón cubano (toda regla tiene su ecepción, los hay que se pueden escuchar, tienen buenas letras), pero ese, el que prefiere la juventud, es un asco. Es mi criterio. Saludos.