Manzanillo.- El Yang Tze es el mayor río de la República Popular Democrática de China y fluye en direcciones Sureste y Este a través de ocho provincias de la nación asiática.
Si bien son miles los kilómetros que separan a esta costera localidad de la oriental provincia cubana de Granma, uno de los restaurantes entre los preferidos por los lugareños y visitantes es que lleva el nombre de aquel río, cuyo colectivo se esmera en “trasladar” hasta este pedazo de la Mayor de las Antillas lo más emblemático de la comida china.
La privilegiada ubicación, en el propio corazón de la segunda urbe granmense, un ambiente de evidentes matices asiáticos y un esmerado servicio constituyen excelente carta de presentación, que incrementará las bondades con motivo de los 225 años de la localidad.
El inmueble precisaba una reparación capital y la efeméride se convirtió en motivo e impulsos de las labores a cargo de una brigada de constructores no estatales con el acompañamiento del colectivo del restaurante.
Ramón Cisneros, artista de la plástica a cargo de la ejecución y ambientación del local asevera que la remodelación ofrecerá un cambio total del inmueble.
“Cuando terminemos todo habrá mejor iluminación, obras de arte del pintor Jesús Diéguez Fiallo. Muy atractivo será para los clientes la nueva barra que montaremos en la cantina, trabajada con mucho cuidado y con madera de calidad. Retomamos los elementos artísticos y arquitectónicos chinos y lo recontextualizamos a la ciudad del Golfo de Guacanayabo.”
Si en el Yang Tze todo va quedando “a pedir de boca” es por el cuidado que en el desempeño para garantizar la calidad ponen los constructores liderados por Rafael Tamayo Barrera: “El trabajo lo repartimos entre el almacén, la cocina, el área de elaboración y los baños; fundimos y enchapamos las mesetas.
“Las acciones han requerido de nosotros mucha especialización porque el trabajo fue a los detalles, se restituyó hasta la tubería de agua de la cocina. Es bueno destacar la invalorable colaboración de los trabajadores y trabajadoras de la unidad gastronómica.
Somos celosos con cada detalle para cuando reabra y las personas lo elogien saber que ahí está nuestro esfuerzo.”
Mientras escucha al destacado albañil, Leónides Tamayo Núñez, subadministrador establecimiento, asiente con la cabeza y se muestra feliz con las labores, que iniciaron hace más de dos meses.
El empresario confirma que las ofertas no se detuvieron porque el colectivo decidió prestar servicios en los portales del restaurante.
“Esta es la primera reparación capital que se le hace al inmueble y el reto estará en esforzarnos cada día para ofrecerle a nuestros clientes un servicio de excelencia y que se marchen complacido de todo.
“Las acciones constructivas nos permitirán incrementar hasta 60 el número de comensales en el salón y en el reservado. Pretendemos rescatar platos chinos que por diversas razones no se elaboraban; mantendremos el arroz frito y salteados, shosuey, y las maripositas chinas y además valoramos incluir la sopa china”, concluye Tamayo Núñez.
El Yang Tze refresca el ambiente manzanillero: en pleno corazón de la ciudad del Golfo de Guacanayabo, el colectivo del emblemático restaurante hará renacer las ofertas y trasladar a sus clientes a lo más selecto de la comida del Gigante asiático.