A 180 años del nacimiento de José Joaquín Palma

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Por Aldo Daniel Naranjo (Historiador) | 11 septiembre, 2024 |
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Uno de los más apreciados orgullos de Cuba, Honduras y Guatemala es el patriota José Joaquín Palma y Lasso de la Vega, quien sobresalió como poeta, periodista, bibliotecario, trovador y compositor musical.

Nació el 11 de septiembre de 1844, en la ciudad de Bayamo, hace 180 años. Era hijo don Pedro Palma y Aguilera y doñaDolores Lasso de la Vega, notables por sus riquezas agropecuarias.

Cursó la enseñanza primaria en los conventos locales de San Francisco y de Santo Domingo. En el Colegio San José, dirigido por José María Izaguirre, estudió la segunda enseñanza. Muchos influyeron en la formación de su pensamiento patriótico y humanista, entre ellos el abogado Carlos Manuel de Céspedes y José María Izaguirre. En el ámbito local era reconocido como repentista de gran facundia y trovador por excelencia.

Poco después de terminar sus estudios secundarios, se vinculó al periódico local La Regeneración, dirigido por Eligio Izaguirre. En el mismo publicó sus primeros poemas. Del mismo modo, en agosto de 1858 aparecía entre los redactores del periódico La Antorcha de Manzanillo, bajo la dirección de Rafael García Álvarez.

En 1862 realizó una compilación bajo el título de Colección de poesías de varios jóvenes bayameses, donde aparecieron creaciones de su propia autoría y la de José María Izaguirre, Juan Izaguirre Guzmán y Eligio Izaguirre e Izaguirre, publicada en la imprenta de La Regeneración.

De igual manera, sus poemas eran publicados en el periódico habanero El País, dirigido por Francisco Javier Cisneros.

LA LUCHA REVOLUCIONARIA

Participó en la constitución del Comité Revolucionario de Bayamo, el 14 de agosto de 1867, que aceleró el alzamiento independentista. Secundó el grito de La Demajagua, protagonizado por Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868.

Cinco días después, acudió al caserío de Barrancas, donde aceptó el liderazgo de Céspedes como encargado del Gobierno Provisional y General en Jefe del Ejército Libertador. Allí recibió la comisión, junto a Lucas del Castillo,  de promover el alzamiento de los patriotas en El Dátil. De este modo, entró en contacto con Máximo Gómez, a quien promovió al grado de sargento primero, el 16 de octubre.

A petición de Carlos Manuel de Céspedes fundó el periódico insurrecto El Cubano Libre, el cual vio la luz el 17 de octubre, en vísperas del ataque a la guarnición española de Bayamo. Dos días después, en medio de los combates de Bayano, fue llamado a formar parte del cuerpo de concejales del ayuntamiento municipal.

Desde este puesto, el 28 de diciembre, presentó una moción, suscrita con Ramón de Céspedes, para abolir la esclavitud. En las discusiones para su aprobación, Palma sentenció: “Si en Cuba esclava no puede haber hombres libres, en una Cuba libre no puede haber hombres esclavos”.

Tuvo el honor de integrar la comitiva que marchó con Céspedes al poblado de Guáimaro, donde se iba a reunir el congreso constituyente. En la crónica 10 de Abril, preparada por Martí, Palma aparece como un personaje “muy mirado y celebrado, y muy arrogante en su retinto”.Por sus méritos al servicio de la Revolución Céspedes le ascendió al grado de teniente coronel.

A comienzos de 1870, el Gobierno mambí le envió a Nueva York como ayudante del general Manuel de Quesada, comisionado especial en el exterior. En la ciudad neoyorkina comenzó a publicar relatos de la guerra de Cuba y poesías en la revista trimestral La América Ilustrada, dirigida por José Ignacio Reyes.

En tanto, el 20 de abril de 1870, el Gobierno español estableció contra Palma un expediente criminal por considerarlo reo de la insurrección. Asimismo, el 9 de octubre de ese año, el teniente gobernador de Bayamo, coronel Sito Bruden y Polo, preparó un proceso para embargar sus bienes a favor de la administración colonial. En cedulones exhibidos en lugares públicos pedían datos sobre su paradero y sus posibles propiedades.

LABOR DIPLOMÁTICA EN CENTRO AMÉRICA

A fines de 1873 emprendió un viaje a Perú y más tarde se estableció en Honduras, donde ganó la estimación del presidente Carlos Arias López, quien gobernó hasta 1874. Adquirió la ciudadanía hondureña. En agosto de 1876 asumió la presidencia del país el liberal Marco Aurelio Soto, quien nombró a Palma su secretario personal.

Esta administración se preocupó por el progreso del pueblo hondureño, sentando las bases de un estado moderno. Los amigos de Palma se sintieron muy contentos de que el cubano trabajara junto al primer magistrado. Adriano Páez publicó en el periódico La Patria algunos poemas del bayamés y elogió la espléndida hospitalidad que el presidente Soto le daba al patriota cubano.

Acerca de las poesías que publicaba indicaba Páez: “En cuanto a las poesías de Palma, conque hoy obsequia La Patria a sus lectores ¿qué podemos decir? ¿Hay algo más dulce y armonioso en la lengua española? ¿Son acaso superiores en estilo, imágenes y ritmos las serenatas de Zorrilla a las de Palma? ¿No corre ahí la poesía como un arroyuelo, retratado el cielo azul en sus aguas cristalinas? ¿No produce verdadero deleite esa música del lenguaje y no llega al corazón como los últimos suspiros de Edgardo en ‘Lucía de Lamermoor?’ Palma es el Bellini de la Poesía”.

La libertad de Cuba constituía su obsesión contante, como patentiza en sus severos poemas Cuba, Al poeta Miguel Gerónimo Gutiérrez y 10 de octubre de 1873. La otra gran pasión de sus vida era el amor a Bayamo, su patria chica, como aparece en A Bayamo y Himno a Carlos Manuel de Céspedes.

A comienzos de 1877, Palma pasó a Guatemala, donde también ganó los afectos de sus gobernantes. Integró el claustro de profesores de la Escuela Normal para Maestros, dirigida por su coterráneo José María Izaguirre. Ellos acogieron como un amigo a José Martí, desde su llegada a Guatemala en abril de 1877.

En el segundo semestre de 1878, Marcos Aurelio Soto llamó a Palma a Honduras, donde dirigió el periódico La Paz, órgano del Gobierno. En 1879 ayudó a los cubanos dispersos por el extranjero, una vez cesa la Guerra de los Diez Años. Entre ellos se hallaban los generales Máximo Gómez Báez y Antonio Maceo y el ex presidente de Cuba Libre Tomás Estrada Palma, los que obtuvieron puestos dignos en el ejército de ese país.

En 1879 Palma preparó la oda A Honduras, en su primera Exposición Nacional. El presidente Soto, personalmente, le entregó como reconocimiento una medalla de oro, por sus virtudes como patriota y como poeta.

En 1881, obtuvo el cargo de general de brigada en el Ejército hondureño. Terminado el mandato de su amigo Marco Aurelio, se trasladó a París, donde residió por algún tiempo. En 1884 regresó a Guatemala, en cuya Universidad ejerció como catedrático de Literatura Española en la Facultad de Derecho. Más adelante, fue designado director de la Biblioteca Nacional.

LOS ELOGIOS DE RUBÉN DARÍO Y JOSÉ MARTÍ

En 1882 apareció en Tegucigalpa el libroPoesías de Juan Joaquín de la Palma, con prólogo del reconocido intelectual  Ramón Rosa y las apreciaciones sobre su vida y obra de Marcos Aurelio Soto, Adolfo Zúñiga, Antonio Zambrana y José Martí.En sus creaciones se aprecia el fervor del patriota, la dulzura del hombre de familia, las palabras de persona educada y la profundidad del pensador.

Momento significativo en la vida de palma fue el conocer y tener la amistad del reconocido poeta Rubén Darío, quien visitaba su casa en Guatemala. El bayamés gustaba contarle al maestro Darío sobre los heroísmos y sacrificios de los cubanos por alcanzar su independencia de España, entre ellos la quema de la ciudad de Bayamo y la vida de las familias en los campos. Entonces el autor de Cantos de Vida, visiblemente emocionado, comentó a sus amigos: “Yo necesito ahora mismo, rendir mi tributo a Palma.”

Este es origen del soneto alejandrino Tributo a Palma, donde muestra, una vez más, su gran señorío de la palabra y la creación. En los versos destacael conocimiento profundo de la obra de Palma y sus principales temas creativos. Por eso, elogia sus versos como plásticos, que pintaba con las palabras y cincelaba como un artesano. En los dos versos finales sienta las premisas del genial creador: “Él lleva entre sus manos la septicorde lira / o rítmica y sonora flauta de cristal”.

José Martí calificó a José Joaquín Palma como el poeta que “ha sabido poner en sus versos toda la ternura de su corazón” y el fuego de un patriotismo puro.

Y al resumir las cualidades del poeta bayamés, también detalló: “De su poesía encantadora, como de él, puede decirse lo que en sus versos de diamante tallado decía Helen Hunt Jackson: “Las aves deben saber, el que cante con juicio, cantará como las aves; el aire libre tiene alas generosas, los cantos hacen su camino”.

AUTOR DEL HIMNO NACIONAL DE GUATEMALA

El Gobierno guatemalteco convocó en 1896 un concurso para componer el nuevo himno nacional. Entonces Palma escribió una letra que fue seleccionada, pero él decidió mantenerse en el anonimato. No fue hasta 1911 que se identificó a Palma como autor de la letra del citado himno. En ese tiempo Palma se encontraba gravemente enfermo, por lo que sus íntimos amigos revelaron a la prensa la identidad de su autor literario.

En reconocimiento a ese mérito, unhermosa corona de laurel de plata fue ceñida sobre su cabeza. El patriota y poeta, con los ojos inundados en lágrimas, agradeció el acto. En homenaje el pueblo guatemalteco se reunió frente a su  casa y una banda musical entonó el Himno Nacional.

 

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