
Varios fueron los tópicos abordados por estos días pero sobre todo una pregunta recurrente y urgente, la de cómo la cooperación Sur-Sur representa una oportunidad para lograr sacar adelante la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con programas que erradiquen el hambre, pongan fin a la pobreza y contrarrestar el cambio climático.
La experiencia de Cuba en la lucha contra la eliminación de la transmisión materno-infantil del VIH y la sífilis o el programa de analfabetismo, las de Bolivia que han permitido reforzar sus planes de inversión pública en diferentes sectores de desarrollo, por solo citar dos ejemplos, o la de naciones distantes como la India o China, fueron abordadas en estas jornadas, que contaron con la asistencia de cuatro jefes de Estado, cancilleres, ministros y mil 500 delegados.