Precisamente cuando el pueblo cubano celebraba el aniversario 58 de la paliza propinada a los mercenarios en Playa Girón, John Bolton les ofrecía a algunos de estos, a sus familiares y representantes de la mafia anexionista de Miami un premio flaco y un discurso divorciado en que su voz decía, emitía conceptos totalmente ajenos a los que el cerebro maquinaba.
Es cierto que fue ovacionado cuando confirmó el endurecimiento de sanciones económicas contra Cuba, prometió la limitación de viajes que volverán a ser solo familiares y la restricción de la remesas a parientes de cubanoamericanos residentes en la Mayor de las Antillas; lo vitoreó una vil audiencia.
Esa troika de maldades es el demacrado galardón, porque nadie la garantiza al Asesor de seguridad nacional de EEUU que podrá cumplir las promesas de derrocar al gobierno socialista de la Habana.
Quien conozca el historial mentiroso del halcón guerrerista, debe imaginar que cuando les aseguraba a los ex mercenarios que recuperaría sus propiedades en Cuba por dentro debía estar pensando: “Sé que lo de ustedes es de boca para afuera, porque ya hicieron quedar mal a nuestros antecesores el rendirse en masa y justificar su presencia en las arenas de Girón con toda suerte de oficios culinarios”.
Aparente:“Déjenme ser claro: la administración de Trump, nunca los abandonará (…) necesitaremos su ayuda en los próximos días. Todos debemos rechazar las fuerzas del comunismo y el socialismos en este hemisferio”… Verdadero (No nos llamemos a engaño, pues el socialismo en Cuba es que una huella popular e indeleble que no hay quien borre)
Bolton llamó a los reunidos heroicos combatientes del Mundo Libre como les gusta autodenominarse, pero su vos interior se preguntaba: Contamos verdaderamente con esa sarta de pendejos que nos hicieron quedar en ridículo después que los apertrechamos con lo mejor en armamento del momento?
Estos que se amilanaron ante unos niños con metralletas y fusiles viejos, con un Castro que se subió a un cañón autopropulsado e hizo estragos, contamos con estos y con otros para repetir la ignominia porque sé a ciencia cierta que los Estados Unidos no hemos ganado ninguna guerra, nada más que las libradas en el celuloide?
El colmo del show mediático llegó de la voz de una cantante que equivocó la letra del combativo Himno de Bayamo y , al hacerlo, manifestó su ignorancia sobre la Isla gloriosa y a la vez mostró la esencia del entreguismo de sus mayores: “En cadenas Vivir NO es vivir en afrenta y oprobio sumidos”…¡Cómo, reconocen que les gusta estar encadenados, ser asalariados del amo yanqui, como diría el historiador empírico Paco Pila ¡qué verdad tan verdadera! la única dicha en el hotel Biltmore de Coral Gables.