
La atención secundaria de Salud en Granma supone en estos momentos una obra de colosales esfuerzos marcada por la alta profesionalidad y humanismo del personal médico, y por una crisis en su infraestructura, poco adecuada al crecimiento de su población y la apertura de otros servicios.
En el territorio funcionan 10 hospitales provinciales y seis salas de hospitalización con más de dos mil camas para ingresos y 41 salones de operaciones, tales números hablan de la atención de manera gratuita de pacientes residentes hasta en los más recónditos sitios de esta geografía.
Solo que, con la mayor cantidad de habitantes, las enfermedades crónicas no trasmisibles que imperan en los granmenses y el alto número de adultos mayores, como habíamos señalado, las instituciones resultan insuficientes.
Al conversar con pacientes, acompañantes y trabajadores de los dos hospitales de Bayamo, se aprecia que el estado de opinión se concentra en dos direcciones, la situación por la carencia de algunos medicamentos y la calidad de los servicios.
ATÍPICO

El más elocuente ejemplo es el Hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes, de la Ciudad Monumento, inaugurado hace 52 años, y que hoy triplica en cantidad y calidad el número de servicios médicos que entonces ofrecía.
Allí se comprueba, al recorrer la Maternidad, una crítica realidad en su infraestructura constructiva, al estar afectada esa añeja instalación por la sobre explotación, con toda la red hidráulica y sanitaria prácticamente colapsada y obstruida, lo cual se suma al elevada cifra de ingresos que provoca hacinamiento, y en ocasiones las paridas están por 12 horas o más en el salón por falta de camas para su traslado a la sala.
También en este bloque, existen problemas con la higiene de los baños y estos resultan limitados para la cantidad de ingresos; solo están a disposición de los bebés recién nacidos una veintena de cunitas, la mitad de la totalidad de las camas; el falso techo del salón de parto está roto, hay taquillas inseguras y mesas de parto sin estribos.
Aunque se percibe la preocupación de los directivos y profesionales de la institución, al tratar de perfeccionar la atención del binomio madre-hijo, y de poner en práctica diferentes opciones, la inconsciencia de determinados pacientes y acompañantes denotan indisciplina social y contribuye a la falta de higiene.
El doctor Leonel Palacios, director del Céspedes explica al respecto que cuentan con recursos para la reparación capital de la Maternidad que se acometerá este año, ya iniciada en la impermeabilización de la cubierta.
“Las labores constructivas en ese bloque se harán sin que este deje de prestar servicios, lo cual resulta engorroso y precisa de la colaboración de todos. Las mesas de parto se están reparando.
“Por nuestro hospital pasan diariamente unas tres mil personas, y algunas de estas cometen actos inapropiados, sobre todo en el Cuerpo de Guardia, al arrancar los herrajes de lavamanos y tasas sanitarias. Mucho se ha invertido en dejar como nuevas y funcionales varias salas de ingreso, pero ese actuar provoca daños y pérdidas de recursos económicos y materiales al Estado.
“Hay varias estrategias que ponemos en práctica para evitar en lo posible el hacinamiento en nuestras salas, como la comunicación con las áreas de salud para hacer ingreso domiciliario a pacientes con larga estadía aquí, entregándole incluso los medicamentos a consumir; y estudiar de forma ambulatoria a quienes lo requieren y no hospitalizados como se hacía.
“Además de tener funcionando dos nuevas salas para Medicina interna y Obstetricia, se proyecta construir un edificio con locales para ingreso”.
Los entrevistados refirieron inconformidad porque muchas veces en el Cuerpo de Guardia no hay camillas y sillas de ruedas disponibles, existe demora para ser atendidos en el horario de la mañana y entre las 6:00 de la tarde y las 9:00 de la noche, y permanecer por varios días en la Polivalente.
No obstante, destacaron la buena atención en Medicina Interna, Cirugía y Terapia Intermedia, entre otros, y la dedicación de médicos, y personal de Enfermería.
BUEN SERVICIO
El Hospital infantil General Milanés, con una dotación de 129 camas para ingreso, es exponente positivo de cómo, amén de las carencias de medicamentos y dificultades de objetiva, se presta un buen servicio.
Así lo corroboran las madres, entre ellas, Laura Ortiz González, Mireidis Vega y Roxana Zamora Cabrera, de las salas A Respiratorio y de Terapia Intensiva. Han disminuido allí las quejas e insatisfacciones con relación al año anterior y las existentes no son con la atención médica.
La doctora Dannis Álvarez Arzuaga, directora de la instalación, refiere como el principal problema en estos momentos, el vertimiento de los residuales de Calle 4 hacia el hospital, lo cual compromete su funcionamiento, y daña sobre todo la sala C para niños con patologías diarreicas agudas, y el lateral de la sala de Misceláneas, e imposibilita la entrada del personal por el frente.
“Esta situación -asevera- data de hace tiempo, antes se acrecentaba con la lluvia, pero ahora es permanente; casi todos los días vienen de Acueductos, sin embargo, corregir esa situación depende de un proyecto y de una inversión.
“Se han hecho gestiones, pero no es un problema nuestro, las máximas direcciones política y gubernamentales de la provincia han estado al tanto del asunto e intentan solucionarlo”.
Señala como otra complejidad la falta de transporte, para lo cual ponen en práctica alternativas.
El hacinamiento, según explica, por el incremento de los ingresos con un índice ocupacional elevado, incide en la calidad de los servicios, pues a veces los pacientes están en el pasillo.
“Contamos con 77 mil pesos –dice- para la construcción de dos edificios de dos plantas cada uno, en fase de proyecto y estudio de suelos.
“Otras dificultades menores tienen que ver con salideros, falta de llaves para agua, y de recursos de oficina, pero nuestra voluntad se impone a todo ello y mantenemos la mortalidad de menores de un año en cero. Contamos con un colectivo laborioso, disciplinado, calificado y muy humano”.
HÉROES ANÓNIMOS
“Tenemos médicos en varios municipios que por su labor cotidiana y compromiso son expresión diaria de lo que significa el sistema de Salud cubano y a la vez, reconocidos por los pacientes, principalmente en el Céspedes, de Bayamo, y en el Celia, de Manzanillo. Hay una serie de héroes anónimos en los hospitales que ponen en alto sus conocimientos, su profesionalidad, su compromiso y su sensibilidad”,
afirmó Federico Hernández Hernández, integrante del Comité Central del Partido y su primer secretario en Granma, en el programa Perspectivas, de la CNC televisora granmense dedicado a la Atención Secundaria de Salud.
También señaló la necesidad inmediata de solucionar deficiencias, como falta de información, insuficiencias en determinados servicios, el poco sentido de pertenencia de los pacientes, y la importancia de elevar la exigencia y control para mantener el sistema de Salud cubano como una fortaleza.