ANIVERSARIO 56 DE ELECTROMEDICINA: Reto a la capacidad creadora

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Por María Valerino San Pedro | 8 octubre, 2019 |
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El Ingeniero Francisco Zamora Rodríguez, fundador del centro y trabajador destacado, con más de 40 años de experiencias. Foto Luis Carlos Palacios Leyva.

El Centro provincial de Electromedicina en Granma,   institución bayamesa nacida con la Revolución hace 56 años, inspira su quehacer cotidiano en la afirmación que hiciera Ernesto Che Guevara: “La única lucha que se pierde es la que se abandona”.

Por ello mantener activa la tecnología de la Salud en Granma es un propósito insoslayable de esa institución, que asume la falta de materia prima como un reto a su capacidad creadora.

Un colectivo integrado por 229 trabajadores, distribuidos entre el Taller provincial y las unidades subordinadas, está debidamente capacitado y cohesionado para cumplir su objeto social, relacionado con la instalación de equipamientos, la reparación, recuperación y sustitución de importaciones.

Hoy día los servicios asistenciales a la población dependen cada vez más de la tecnología médica instalada, soporte esencial para la calidad de estos, de ahí la importancia de contar con una estrategia de gestión tecnológica garante de la funcionalidad, seguridad y sostenibilidad de los mismos.

REVIVIR EQUIPOS

Para un elevado número de personas de esta y otras provincias resulta prácticamente desconocida la figura de un trabajador de esta empresa, porque su titánico desempeño es casi anónimo, están dando vida a los equipos cuando se rompen, y en ese momento no hay pacientes.

El licenciado Vladimir Ramírez Hernández, director de la entidad, siente orgullo de estar al frente de ese grupo de personas capaces de mantener funcionando tecnología de salud de más de 35 años de explotación, sin respaldo, casi “como magos”.

“Es ineludible no detener la superación profesional de nuestros ingenieros y técnicos, para que estén dotados de las herramientas necesarias para resolver los problemas a los cuales se enfrentan y aportar las soluciones precisas en cada caso”, dice el Vladimir Ramírez Hernández, director de la entidad. Foto Luis Carlos Palacios Leyva.

“En Granma existen ocho mil 457 equipos médicos instalados, -asegura- y mantenemos un coeficiente de disponibilidad técnica (CDT) de 98,45 por ciento, con 133 dispositivos rotos y 144 afectados, repartidos en las diferentes especialidades.

“Se han realizado hasta la fecha- agrega- 21 mil 726 mantenimientos y dos mil 915 reparaciones, además atendemos 34 mil 54 muebles clínicos en todo el territorio.

“Cumpliendo con la integración del sistema de trabajo de Salud también es nuestra responsabilidad el equipamiento de la campaña antivectorial, que suma 293, funcionando de esa totalidad 197 y conservados 25”.

El joven directivo señala como las especialidades más afectadas Soporte de vida, Endoscopia, Electrónica y Esterilización, y como las que están por encima de la media nacional Rehabilitación, Óptica tecnológica y Estomatología, con un mínimo de equipos rotos.

“No obstante –añade- contar con 57 colaboradores, que prestan su aporte solidario en Gambia, Venezuela, Mozambique, Argelia, Haití, Angola, Argelia, Santa Lucía y Namibia, las tareas planificadas se cumplen, al haberse reorganizado la planificación”.

Ramírez Hernández dice que es preciso enfrentar en colectivo brechas e insatisfacciones, como también lo es la integración de todos los subsistemas, el cumplimiento de los programas de mantenimiento, el aseguramiento de los recursos, y el diagnóstico oportuno porque “no es posible avanzar si no trabajamos en las causas y condiciones que provocan las fallas y en el uso correcto del equipamiento. Es imprescindible contar con un sistema de gestión de la tecnología implementada y una vigilancia tecnológica integral y activa”.

UNA CARRERA CONTRA EL TIEMPO

La Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) trabaja de manera relevante en Electromedicina desde hace más de 25 años, y cuenta allí con un Comité que ostenta la categoría de Colectivo 8 de Octubre.

De la innovación y el empeño con que cada técnico e ingeniero asuma la tarea de recuperar un equipo depende muchas veces devolverlo al sistema de salud y por consiguiente al servicio del pueblo, se trata de una carrera contra el tiempo, deterioro, y un sinfín de obstáculos que van desde la escacés de piezas hasta las consecuencias del bloqueo económico al que está expuesto el país.

El Ingeniero Daniel Aponte Tornés, presidente de la ANIR allí, declaró que 87 trabajadores del centro, están incorporados al movimiento anirista, de ellos 25 mujeres, quienes con su esfuerzo y sapiencia lograron el pasado año por recuperación de nuevos trabajos fuera de lo planificado un aporte económico de 66 mil 073,76 pesos, y tuvieron una participación destacada en los fórum de base, municipal y provincial, logrando en este último categoría de Relevante.

“Se han terminado y evaluado en lo que va de año 10 trabajos del plan temático con un aporte económico de 5 mil 612,47 pesos”.

HISTORIA

El 3 de octubre de 1963 surge la Electromedicina cubana, al aparecer contradicciones en la medida que se desarrollaban de forma acelerada las tecnologías médicas, la Informática se convirtió en el motor impulsor y se demandaban especiales condiciones de instalación y una interface de conocimientos entre el especialista médico y el equipo, surgiendo así el especialista de aplicaciones para garantizar se operaran los equipos con eficacia y seguridad.

A partir de los años 90 del siglo XX se truncó en Cuba la introducción de nuevas tecnologías médicas al ponerse en práctica la Ley Helms Burton, vigente y recrudecida hasta la actualidad.

El Ingeniero Francisco Zamora Rodríguez, fundador del centro y trabajador destacado, con más de 40 años de experiencia rememora cómo fue el nacimiento de Electromedicina en Granma:

“Comencé un primero de agosto, muy joven aún, pero con unos deseos inmensos de trabajar y de superarme; cuando la provincia se dividía de Oriente, empezaron a crearse los talleres municipales y el provincial, y a completar el personal técnico en la plantilla.

“Primero nos capacitaron de forma emergente, y en 1979 la tarea era inmensa, y la historia muestra en 1980 la instalación del hospital Celia Sánchez, de Manzanillo, con alrededor de 800 equipos de gran envergadura, y de una lámpara de salón quirúrgico en el hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo.

“Además, los policlínicos de Jiguaní, Yara y Nuevo Manzanillo, clínica estomatológica en Guisa y un equipo de Rayos X a partir de una lavandería en Niquero. No rebasábamos los 23 compañeros.

“Aquí siempre ha sobresalido el trabajo del sindicato, históricamente uno de los mejores en la provincia, y la labor destacadísima de la ANIR, por mucho tiempo Vanguardia nacional.

“Los exhorto a continuar trabajando en la formación de los nuevos compañeros que se incorporan a ser disciplinados, dedicados y cumplidores”.

PROYECCIONES

Con merecido prestigio y un alto nivel profesional de sus ingenieros, técnicos y obreros, el Centro provincial de Electromedicina en Granma, se propone implementar debidamente el uso racional y eficiente de los recursos, aprovechar el ingenio colectivo, generalizar las soluciones técnicas que les permita recuperar y extender la vida útil de equipos y tecnologías, retomar con seriedad la recuperación de todo tipo de instrumental y con el aprovechamiento de las potencialidades instaladas en el país producir piezas y accesorios que sustituyan importaciones.

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