
Las ciudades bien planificadas y administradas de manera inteligente pueden guiarnos hacia un crecimiento inclusivo y un desarrollo bajo en emisiones; mientras que la urbanización rápida y no planificada puede generar o exacerbar muchos desafíos, incluida la crisis climática, resaltó.
A juicio del máximo representante de Naciones Unidas, las soluciones comienzan con pequeños pasos para transformar el funcionamiento de las ciudades.
En ese sentido, apuntó Guterres, debemos reducir la cantidad de desechos que producimos y, al mismo tiempo, comenzar a verlo como un recurso valioso que puede ser reutilizado y reciclado, incluso para la energía.
Las tecnologías posibilitan ofrecer respuestas mejores y más baratas a estos desafíos diarios, recalcó.
Al respecto se refirió a cómo la automatización y la inteligencia artificial ayudan a clasificar los reciclables de manera más eficiente.
Los sensores en envases inteligentes pueden contribuir a reducir el desperdicio de alimentos, mientras que otras tecnologías innovadoras están convirtiendo los desechos orgánicos en energía renovable y compost, continuó.
En tanto, nuevos materiales -como plásticos biodegradables avanzados- reducen el impacto ambiental, señaló el diplomático portugués, pero aún necesitamos invertir mucho más si queremos mejorar la gestión de residuos.
Desde 1986, el primer lunes de cada mes de octubre se celebra el Día Mundial del Hábitat, con el fin de llamar la atención sobre el entorno en que viven las personas.