“El miedo es lo mejor que se puede sentir”

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Por Geidis Arias Peña | 5 abril, 2020 |
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FOTO/ Tomada del perfil de Facebook de Obilagilio Mendoza

El miedo no es el enemigo de Obilagilio Mendoza, pero ha sentido como le estremece el alma y le advierte del peligro.

“El miedo es lo mejor que se puede sentir, gracias al miedo te proteges, te cuidas”, aseguró sin titubear y con una seguridad que espantaba al mismísimo miedo.

Quizás hoy siente más temor que nunca; mas en medio de la incertidumbre que vive el mundo, él se apunta de primero para restar el dolor de la Covid-19.

“Para momentos como estos es que nos hicimos médicos, este es el mejor momento para demostrar cuanto amamos nuestra profesión”, plantea vía Facebook el brigadista bayamés de la Henry Reeve, graduado en el 2007 de la Universidad de Ciencias Médicas de Granma.

-¿En qué piensa en momentos como este, que hay que desprenderse de la familia?

“Son momentos difíciles pero es una manera de apoyar a la humanidad en esta “guerra” universal.

“En el futuro mis hijas sentirán orgullo de mí, de lo que hice y lo que haré.

“La familia entiende y apoya en todo sentido, eso nos da más fuerza para seguir adelante”.

-¿Después de recibir la preparación qué le dice a su pueblo?

“Lo que pueda decir ya se ha dicho en los medios, solo diría que cumplan todas las medidas que oportunamente se han dado, que es la única manera de salir de esta compleja situación con el menor daño posible”.

Sin saber el camino a transitar, arropado en su propia disposición, y la experiencia cotidiana de enfrentarse a valoraciones clínicas de pacientes en el hospital Carlos Manuel de Céspedes, el especialista se refugia de tanto “miedo” entre los recuerdos.

“Realmente cualquier misión es una tarea difícil es un compromiso enorme y una responsabilidad”, lo dice después de archivar en su currículo cuatro años en Venezuela y abatir el diarismo.

Y aquellos versos, que varias veces le espantaron los sustos, hoy vuelven a colocarse como lanzas para pelear, discretos, desde su alma de médico, que cultiva a un poeta.

Dónde está el amor, a cada rato me preguntaba.

Buscaba, sediento de él sin obtener ningún resultado

miraba a todos lados como adicto desesperado,

dónde está el amor que no lo había encontrado…

Y lo encontré, estaba aquí justo a mi lado.

en ese vientre, creciendo con latidos acelerados;

en esa quinceañera con la que me enojó a cada rato;

en tu presencia, en mis días, tanto en los buenos como en los malos;

en esas discusiones que armamos, para luego reconciliarnos ….

Dónde está el amor, me preguntaba

y me di cuenta que estaba cerca…

justo en cada cosa de la que hago.

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