
En Vegas de Jibacoa, paraje intrincado de la Sierra Maestra estaba enclavada la tienda de Santiago Gómez, sitio escogido como escenario para la reunión que hace 62 años el Comandante de la Revolución Cubana Fidel Castro sostuviera por primera vez con campesinos de la zona.
La cosecha de café, la precaria situación de vida de los agricultores, así como las proyecciones de trabajo para después del triunfo de la Revolución, que significaría el éxito del proletariado, fueron puntos esenciales tratados en la asamblea.
Junto a Celia Sánchez Manduley, Ernesto Che Guevara y otros destacados combatientes de la guerrilla conversó Fidel Castro con más de 300 campesinos serranos que desde horas tempranas habían llegado al lugar.
El objetivo fundamental era promover acciones para que en medio de la guerra no se perdiera la cosecha cafetalera. Para las nobles personas del lomerío era un gran acontecimiento que el protagonista de las luchas en las montañas y el llano por la libertad social, estuviera dialogando franca y personalmente con ellos.
Estos lugareños que solo recibían maltratos de los terratenientes, que nunca tenían hogar fijo pues el desalojo era una constante e inhumana forma de andar de un lugar para otro, ellos que conocían del hambre y del andar descalzos tuvieron el privilegio que el dirigente estudiantil, convertido en guerrillero, le hablara frente a frente a una gran masa de lugareños dedicados al cultivo de la tierra.
De esta manera, convergió en lo intrincado el debate, los aplausos y el compromiso de recolectar el café necesario. De ser preciso, los guerrilleros trabajarían unidos a los campesinos en esta tarea.
Esta conversación hizo que los barbudos ganaran prestigio entre las personas de una de las clases más explotadas de la Cuba de entonces.
El Comandante en Jefe, proclamado con este grado hacía varios días en Altos de Mompié, llamó a los habitantes rurales que habían perdido familiares en la guerra, sintiendo junto con ellos el dolor de la pérdida.
Faltarían pocos meses para que los campesinos y los obreros se unieran en las ciudades y el campo, como un solo pueblo, tras lograr la victoria.
En la reunión de Vegas de Jibacoa se puso de manifiesto el alto espíritu humano y solidario del ejército revolucionario con lo expresado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz de que en caso que hiciera falta personal para la recogida de café podría utilizarse parte del Ejército Rebelde y si era necesario trabajarían de 12 a 14 horas diarias.
Enrique Olivera, uno de los principales y más destacadosorganizadores de la reunión recordaba que: “…Trabajamos mucho para lo de la reunión y por fin comenzó el 25 de mayo de 1958 a la 1:00 p.m. pero desde las 7 a.m. comenzó a llegar la gente, tuvimos que acomodar la tienda que era bastante grande, quitarle todos los escaparates y estantes, le pusimos bancos y la gente se acomodó se preparó todo para celebrar un acto, con banderas cubanas y del 26 de julio.
La zona de Las Vegas de Jibacoa pertenece al Plan Turquino, tiene un amplio trabajo comunitario que le ha permitido mejorar la atención a los problemas de la población y la zona.
Hoy, los de la loma tienen sus espacios, y disfrutan los logros de la Revolución que triunfó el Primero de Enero de 1959.