
Los jóvenes creadores somos la voz de este tiempo y, nuestra obra, el reflejo crítico del presente, lo que hacemos tiene como medio de expresión y esencia servir a nuestra sociedad y nutrirnos de ese público que nos acompaña.
Jamás será un sacrificio mayor entregarnos al proceso creativo por difíciles que sean las condiciones, somos capaces de adaptarnos y contribuir, desde el arte, a sanar los corazones de nuestra gente.
Trataré de darlo todo por la tranquilidad y soberanía nacionales, y cuando no sea suficiente ofreceré mi corazón.